¿Cómo afrontar tareas inmensas? ¿Cómo encontrar a los detenidos, desaparecidos o muertos en países sin libertad para informar? ¿Cómo detectar hasta la última moneda defraudada por políticos sin escrúpulos? ¿Cómo reconocer a quienes influyen en los que toman decisiones cuando no son conocidos? Respuesta: algunos lectores lo saben, muchos pueden ayudar. Periodismo P2P,
periodismo 3.0 o
crowdsourcing informativo: apóyate en la participación de los demás para llegar donde no puedes hacerlo sólo o con medios propios.
Gran Bretaña. El mayor escándalo político que se recuerda: los abusos de los diputados con sus gastos y el dinero público. La
revelación de The Daily Telegraph ha puesto patas arriba al gobierno, al parlamento más antiguo y a casi toda la clase política. Descubiertos y obligados a la transparencia, el Parlamento de Westminster publica en la web
un millón de registros de las rentas y gastos de los diputados.
¿Cómo analizar todo ese material y descubrir a los corruptos y sus abusos? Respuesta del periodismo tradicional: ¡Muchachos, a trabajar! ¡A devorar documentación para ir publicando lo que encontremos! Pueden haber sido las palabras del director del Telegraph, como serían los de tantos responsables periodísticos.
¿Existe otra respuesta? Lectores, ayudadnos, vosotros los conocéis mejor que nadie. Es la opción de The Guardian. El periódico necesitaba recuperar la ventaja que su competidor le había sacado con la exclusiva. Y se
apoyó en más de 22.700 usuarios de su web que han analizado ya casi 200.000 páginas de documentos
para encontrar irregularidades, errores, malas conductas, etc. Es lo que el diario ha llamado su
"experimento de crowsourcing", apoyarse en recursos externos, en los lectores, para con la fuerza y los recursos de la comunidad alcanzar metas muy difíciles de lograr sólo con recursos propios.
No es nuevo en periodismo. Al fin y al cabo todo el trabajo del reportero se basa en preguntar, en hablar con la gente para contar lo que ocurre. Pero cuando los periodistas están cada día más encerrados entre las fuentes habituales y los gabinetes de comunicación, presionados por la presión de la información en tiempo real, el público vuelve a ser parte de la solución. Y en las herramientas tecnológicas se pueden encontrar aliados para facilitar la difusión de información.
Irán. El experimento de The Guardian va más allá. Si las herramientas de la web 2.0 demostraron que los iraníes podían romper el bloque de las comunicaciones y los SMS impuesto por el gobierno de Ahmadineyad,
el diario británico pide al público que le ayude a completar la base de datos de detenidos y víctimas de la represión realizada también con informaciones periodísticas, de oenegés y otras fuentes.
No son los únicos,
The New York Times también pide la identificación y las fotos de los represaliados a los iraníes. No era la primera vez, el Times ya había contado con ayuda de sus lectores para
revisar el diario del presidente de la Reserva Federal de Nueva York.
India. Vota la mayor democracia del mundo. Unas elecciones difíciles en un país con mil escenarios distintos, luchas internas, feudos políticos, analfabetismo, enfrentamientos religiosos, tribales y de castas. ¿Cómo vigilar la limpieza de los comicios?
Vote Report India lo intentó poniendo a disposición de los ciudadanos un sistema de denuncias por SMS y teléfono, además de emplear herramientas ya comunes en la web como mapas, noticias cortas, fotos o vídeos de la gente para localizar posibles problemas e irregularidades.
Fue un proyecto de
Ushahidi (testimonio en lengua swahili), una web que ha creado
una plataforma para recolectar información de los ciudadanos a través de la web, los móviles y el teléfono. Nació de la iniciativa de
un grupo de blogueros kenianos encabezados por Ory Okolloh, una abogada y activista preocupada por la limpieza de la política. Ushahidi nació en 2008 para vigilar la violencia post electoral en Kenia y se ha difundido por otros lugares como Congo, Suráfrica o Gaza.
¿Dónde están los que mueven los hilos de los políticos? Los periodistas de la National Public Radio (NPR) norteamericana querían identificar a
los lobbies más combativos en la reforma de la sanidad pública norteamericana. ¿Cómo hacerlo? Cuando los senadores arrancaron su trabajo todos estaban en la presentación. Mientras otros fotógrafos de los medios hacían fotos de los senadores, el fotógrafo de NPR las hacía del público. Y pidieron ayuda a los usuarios de la web para identificar a los lobistas más importantes.
Ahí están, atentos a sus intereses y localizados por los internautas y los periodistas.
El crowdsourcing no es exclusivo del periodismo. En páginas como
Open Innovators se pueden encontrar experiencias de colaboración en empresas, marketing, emprendedores, etc. La idea es aprovechar la inteligencia colectiva para reunir datos e información, hacer eficiente la participación de la audiencia más allá de las reacciones a las noticias y utilizar el criterio social para filtrar la información.
Después de muchos intentos, lo novedoso es que grandes medios han empezado a darse cuenta del poder del público y se atreven a utilizarlo más allá de los comentarios en las webs o de los contenidos ciudadanos en casos de grandes acontecimientos. Los nuevos experimentos de crowdsourcing utilizan herramientas de software libre –cuya filosofía está en sus fundamentos- para crear plataformas y bases de datos donde el criterio social y la participación P2P –
peer-to-peer, colega a colega- del
público ayude a los periodistas en su nuevo papel de conservadores y procesadores de datos, igual que en lo que se ha dado en llamar la
minería de datos.
El periodista y los medios
se convierten así en redes sociales con una relación con las fuentes y la audiencia más productiva que en el pasado. Una relación que necesita de filtros, algunos seguirán siendo periodísticos; otros, sociales, compartidos con la inteligencia colectiva que forma la acción de los usuarios, y otros posibles gracias a las herramientas tecnológicas. Todos juntos a trabajar para lograr mejor información.
Para
Soitu.es