Sunday, March 22, 2009

¿Cuál es el problema de los medios?

No nos ponemos de acuerdo. El problema de la crisis de los medios empieza por los errores de diagnóstico. Como se puede ver en este vídeo, muchos expertos y menos editores y periodistas se ponen de acuerdo.
Unas veces para no admitir errores. Otras porque los problemas del cambio de paradigma en la comunicación y el periodismo son numerosos y exceden a los problemas del periodismo. Tantas porque no acertamos cómo afrontarlos.
Etc., etc.



Pero sin diagnóstico no hay solución. En este blog hablamos de estos problemas desde hace ya siete años. Y especialmente durante los últimos tres años he ido desgranando algunas ideas alrededor de cada uno de esos problemas.
Frente a la falta de diagnóstico, el mío es claro:
1. Crisis del modelo periodístico y económico de los medios, en especial de la prensa de pago, por la irrupción de los ciudadanos y las oportunidades y el cambio de paradigma comunicativo, social y cognoscitivo provocado por la revolución digital.

2. Crisis de audiencia y de difusión como consecuencia de una nueva economía de la atención. No sólo por la multiplicación de medios y la fragmentación del mercado, sino porque crecen las audiencias de nicho, interesadas en temas especializados, y desciende en interés por la información general, que hoy se centra prácticamente en política y deportes, además de algo de economía por la crisis.

3. Crisis del modelo económico de los medios. Un sector dimensionado para la mass media, las altas rentabilidades y los altos costes sufragados por una gran facturación cuando vamos hacia un futuro de publicidad más barata y menos ingresos de pago. Y, por lo tanto, necesitado de un nuevo modelo de negocio.

4. Crisis del periodismo y la falacia de la calidad. El periodismo se ha hecho menos necesario en las sociedades desarrolladas. Cada vez sirve más para reunir y confirmar las ideas de los adeptos a partidos, sectores o grupos de interés -tribus- y menos para el diálogo y la discusión democrática.
Llegado cierto nivel de vida, una gran parte de la gente sufre el mal de la clase media o la maldición del nuevo rico, como se quiera llamar. Los síntomas son exceso de egoísmo, desconfianza y falta de empatía hacia el vecino (nos solidarizamos con lo lejano, no con lo cercano) y la convicción de que es mejor el sálvese quien pueda y yo me arreglo con mis cosas. Y la culpa es siempre de papá Estado. La crisis actual está llena de ejemplos.
Y la calidad del periodismo sigue siendo en muchos casos una coartada para refugiarse en información, estilos y contenidos que no interesan ni suman valor añadido y que en muchas ocasiones no ayudan ni en el diálogo social y cívico ni en la gestión de la vida cotidiana.

O empezamos por el diagnóstico o no hay remedio posible.