Es la hora de la revolución de internet y la gratuidad en los teléfonos. Como antes en la información, la música, el cine o la televisión, internet llega al teléfono para convertirse en la forma más barata de hacer llamadas y de utilizar todos los servicios que la telefonía IP (VoIP o telefonía por Internet) puede prestar.
Casi una cuarta parte de las familias y empresas europeas llaman por Internet pero son servicios todavía poco conocidos, a pesar de aplicaciones como Skype o los chat de vídeo.
Dos iniciativas recientes pueden dar el empujón definitivo a la telefonía por internet y provocar una auténtica revolución, tanto en el móvil como en el fijo. Porque estos servicios son más baratos, permiten unir voz, imagen y textos, y son nómadas: acaban con la esclavitud geográfica de la telefonía fija o móvil. Un usuario puede atender sus llamadas y servicios de datos en un solo número esté donde esté, con conexión telefónica o de red, porque su identificativo pasa a ser un localizador de Internet.
Posibilidades que Google quiere explotar con Google Voice, un servicio de llamadas telefónicas, videoconferencias, SMS y con conversión de voz en texto. Google Voice es el número para unirlos a todos. Permite hacer llamadas a través de varios números, ofrece información sobre los interlocutores y convierte las llamadas en correos electrónicos. El servicio se llamaba GrandCentral y fue lanzado en 2005, pero el gran buscador lo compró en 2007 y acaba de anunciar que en breve estará a disposición de todos sus usuarios.
Será el gran competidor de Skype, el líder de telefonía IP que Nokia quiere incluir en todos sus teléfonos móviles. Tiene más de 400 millones de usuarios en todo el mundo y apuesta por la videoconferencia, donde los móviles de la compañía finlandesa son líderes en la integración de cámaras de vídeo y fotografía. Las llamadas entre usuarios de Skype son gratuitas y se pueden hacer a móviles o fijos a bajo precio.
La revolución de internet llega a las telefónicas. Hace tiempo que ya cambian sus redes a tecnología de internet, pero todavía no la han popularizado para rentabilizar al máximo la telefonía convencional. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones obligó en diciembre a Telefónica a prestar este servicio a sus competidores.
La VoIP inaugura una era de la telefonía gratuita y de bajo coste además de liberar a los usuarios de la esclavitud de las operadoras.
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