Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Monday, February 25, 2013
Rating multipantalla
Es oficial. La audiencia de la televisión es multipantalla: el televisor manda, pero ordenadores, videoconsolas, tabletas y móviles concentran a la audiencia más fiel y consumidora. En Estados Unidos la industria va a empezar a medir la audiencia en cualquier pantalla. Reconocimiento del cambio audiovisual y un paso clave para el nuevo negocio de la televisión y el cine.
Nielsen comenzará a medir la próxima temporada el consumo audiovisual en cualquier pantalla. YouTube, Netflix o Hulu empezarán a medirse con las cadenas y sus vídeos en internet. La publicidad tendrá datos para calcular los impactos (GRPs) y la eficacia de los anuncios en todas las plataformas. Fin del negocio de la pantalla única.
Tres cuartas partes de los internautas ven webs de televisión en España. Otra cuarta parte de la audiencia de internet ha pagado por algún contenido audiovisual en las nuevas pantallas, según el estudio Televidente 2.0.
Algunos programas tienen más audiencia en internet que muchos canales de la TDT y los vídeos más vistos en YouTube pueden competir con el prime time a pesar de una oferta todavía muy escasa. La fragmentación de audiencias se multiplica con la fragmentación de pantallas. Los analistas vuelven a advertir que el retraso del sistema de televisión de países como España, con fuerte regulación, un sistema de licencias obsoleto y una concentración en dos empresas enorme, es insostenible y vuelve a dar ventaja a los grandes de internet y el audiovisual norteamericanos.
La medición es clave para el negocio. Con la equiparación de audiencias acaba el espléndido aislamiento de la televisión y se confirma su convergencia con el resto de medios digitales. La publicidad elegirá los contenidos y pantallas que acaparan más atención sin fronteras de canales y dispositivos.
Hasta puede solucionar el eterno problema de las descargas: si se miden se podrán rentabilizar y dejarán de ser una anomalía para aumentar la distribución de lo mejor de la televisión, una solución que algunos defendemos hace años.
Columna en los diarios de Vocento
Wednesday, February 20, 2013
La amenazada credibilidad del periodismo
La credibilidad y honestidad del periodismo está en entredicho. Los ciudadanos encuestados por Metroscopia confían más en los periodistas que en los diputados del Congreso (85% de reprobación) o en los banqueros (84% de desconfianza), pero menos que en policías, abogados o profesores y personal sanitario.
La credibilidad del periodismo tiene una relación directa con la calidad democrática, gravemente dañada. Afortunadamente los medios todavía están por encima de otras instituciones muy deterioradas en la estima pública, pero urge una ofensiva para la recuperación de la credibilidad.
El sectarismo político, que debe distinguirse de una transparente posición editorial, ha contaminado como nunca a la mayoría de la prensa y los medios digitales: la pobreza de las ideas y posiciones políticas malbarata también la calidad de sus propagandistas.
Tanto que incluso las exclusivas y triunfos periodísticos, como los del caso Bárcenas, denuncias de corrupción y otros temas de estos últimos meses no provocan un cambio de actitud suficiente en el público.
En 2010 los estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) otorgaban a los medios de comunicación mayor credibilidad que a los partidos, gobiernos y a la mayoría de las instituciones, pero ya por debajo de otras profesiones y sectores. Al año siguiente, los barómetros del CIS (datos en la tabla adjunta) repetían prácticamente esa opinión sobre los medios, aunque con un ligero ascenso en la confianza.
La televisión, siempre muy por debajo de los diarios en credibilidad, se desacredita sobre todo con el sensacionalismo. El deterioro de los telediarios públicos, especialmente de TVE, acentúa la erosión de la confianza en los medios por su enorme impacto de audiencia y clima informativo general.
La mayoría de los medios sufren además un problema crónico de información parcial y sesgada, inundada y rodeada del exceso de opinión que es desde hace años una losa tanto en la calidad como en la credibilidad de los medios.
Un panorama preocupante (más datos de Metroscopia 2012 en el gráfico) al que se suman algunos elementos más que en mi opinión acaban de minar la confianza en el periodismo.
El primero es la falta de implementación de herramientas sociales, institucionales y técnicas para la transparencia. Los defensores del lector y las cartas no son suficientes en la era del tiempo real y los medios sociales. La gestión de los comentarios, la interactividad con los periodistas, la facilidad para la réplica, el contraste o la corrección de las informaciones son indispensables.
Como lo son también dos viejas tradiciones que se han perdido en la mayoría de los casos: la publicación periódica (al menos cada año) de los principios editoriales para que los lectores puedan comprobar su respeto o no por cada medio, y la publicación clara de los intereses económicos o mediáticos de cada medio o grupo.
El otro factor de pérdida de credibilidad permanente es la falta de legibilidad e inteligibilidad de muchas informaciones, sobre todo las de la información dura: política, economía, legislación, negocios, etc. pero también otras hard news como la ciencia, el medio ambiente y muchos problemas sociales.
La confusión de opinión e información está en el embrión del descrédito y es una de las mayores causas de la falta de interés y entendimiento de la audiencia.
A la confusión por la opinión se suma el mal estilo, la peor redacción, la falta de fuentes identificadas y la mala explicación de muchos acontecimientos y testimonios que a menudo desorientan al público en lugar de ofrecer una idea clara, cabal y práctica de lo acontecido. Resultado: el abandono del interés por las noticias y el aumento del recelo sobre el periodismo.
La situación se agrava con el control del lenguaje por el poder, sobre todo político, y por la falta de explicación -o las explicaciones contradictorias y nunca bien ponderadas- de muchos acontecimientos. El ejemplo de la crisis económica, las políticas para combatirla o el (mal) funcionamiento de la Unión Europea son ejemplos claros.
No se puede explicar bien lo que no se entiende. Un desafío cada vez más importante para los periodistas, sobre todo cuando la mayoría de los medios reducen plantillas y pierden especialistas en áreas cuyo conocimiento profundo es esencial tanto para conseguir las fuentes adecuadas como para poder explicar lo que ocurre sin la contaminación de las ideologías, los intereses particulares o los negocios.
La ideología no sólo ha tomado el lenguaje, también la realidad. La propaganda y la publicidad se extienden más veloces que nunca en los medios, las redes sociales y la vida cotidiana.
Algunas veces la desinformación y los errores se denuncian, pero para una mayoría del público se extiende permanentemente una capa de sospecha sobre gran parte de lo que se comunica.
La teoría clásica del periodismo busca una verdad práctica y democrática. Una visión humana, subjetiva, urgente, incompleta pero honesta de la actualidad. El posmodernismo periodístico ha multiplicado la carga de los elementos emocionales de la información sobre los objetivos, la subjetividad del lenguaje y el periodismo frente a la comprensibilidad y la inteligencia lingüística e informativa.
El desafío es volver a recuperar el equilibrio entre interés, atractivo, relevancia, contexto y autoridad en un escenario de abundancia y rapidez informativa, con un fuerte déficit de atención en el público y una selección cada vez más subjetiva de las fuentes.
Libertad, actitud crítica y profesionalidad son esenciales para aumentar la credibilidad. Separarse de los poderes y las ideologías, cada vez además más desacreditadas, y tomar partido por la gente y sus intereses para gobernar y gestionar la vida cotidiana es cada vez más urgente.
Como recuerdan los clásicos principios del periodismo redivivos hace unos años por el Committee of Concerned Journalists:
1. La primera obligación del periodismo es con la verdad.
2. Su primera lealtad es con los ciudadanos.
…
4. Sus practicantes deben mantener la independencia de aquellos de los que informan.
Sumar un esfuerzo en la calidad del reporteo, la edición, la separación entre información y opinión, y el uso de canales abiertos y transparentes con las fuentes y la audiencia ayudarán a recuperar la imprescindible credibilidad que justifica el oficio de informar.
Monday, February 18, 2013
Vivir al ritmo de nuestras pantallas
Los datos del gráfico son de Gran Bretaña, pero para muchos es nuestro ritmo de vida, comunicación, trabajo y ocio.
Agenda digital coja
El gobierno ya tiene plan para cumplir con la Agenda Digital europea, pero la confusión sigue. Ni rastro del mercado único, el principal objetivo europeo para los contenidos digitales y el comercio electrónico, ni de la prometida reforma de la propiedad intelectual para el impulso de una oferta amplia, a precios bajos y accesibles en todos los dispositivos, del móvil a las televisiones conectadas, que ayuden a paliar el déficit crónico de pago por productos digitales.
El nuevo plan del gobierno se aprueba, con retraso, cuando ha acabado 2012, el primer año de caída de la telefonía móvil -un 5% menos- mientras continúa el abandono del teléfono fijo y sólo la conexión a banda ancha, tanto fija como móvil, resiste la crisis.
Los españoles somos los mayores usuarios de móviles inteligentes de Europa, pero en comercio electrónico y contenidos digitales andamos por detrás. Como nuestras empresas, con menos inversión en innovación y negocio digital que en el resto de grandes países europeos.
La agenda digital española sigue al reparto del dividendo digital –la asignación de frecuencias liberadas por la televisión- que no se ha aprovechado para racionalizar un mercado saturado de canales en abierto pero dominado por el mayor duopolio privado de Europa: Mediaset y Antena 3.
Hace unos meses el canon digital se reformó para hacerlo universal y ampliar la injusticia de que todos paguemos por copia privada, la hagamos o no. Una reforma que además redujo la compensación a los autores sin mejorar la distribución de esos fondos ni aumentar los contenidos de dominio público.
Y de la inversión qué decir, con IVA más alto para las empresas y menos proyectos y créditos para la investigación y el desarrollo.
Con seis grandes objetivos y 106 líneas de actuación, la agenda del gobierno Rajoy es tan amplia que sorprende el olvido de lo más obvio: educación para innovadores, financiación para emprendedores, más oferta y derechos para los consumidores. Mucho plan, poca realidad.
Columna en los diarios de Vocento
Friday, February 15, 2013
El lento crecimiento de las revistas digitales
La migración digital de las revistas continúa con más lentitud de la esperada por los editores. Las últimas cifras de difusión publicadas en Gran Bretaña muestran un aumento del 16% en la circulación digital de las revistas (29.000 ediciones digitales) frente a una caída de un 3,6% en papel, 314.000 ejemplares.
Para la mayoría de las revistas, la difusión de las ediciones digitales, fundamentalmente en tabletas, es todavía inferior a un 3% de su difusión.
Algunas revistas con una apuesta decidida por la suscripción digital empiezan a mejorar sus resultados, pero el crecimiento de las ediciones digitales de pago es muy lento.
Grandes revistas como The Economist todavía alcanzan menos de un 5% de su difusión de los soportes digitales. Un crecimiento lento respecto a cifras de circulación anteriores. Como en el caso de los diarios, la razón principal está en la escasa generación de nuevos suscriptores digitales. La mayor parte del crecimiento de las suscripciones a la prensa digital vienen de la migración de los suscriptores en papel a los nuevos soportes y de las ofertas conjuntas digital/papel.
En los grupos con una mayor orientación a las ediciones digitales, incluidas las que no son sólo réplicas de la edición papel, los resultados son mejores. Future Entertainment Group ya consigue más del 20% de su difusión de las ediciones digitales con revistas dirigidas a un público joven y nativo digital como T3, PC Gamer o las revistas oficiales de Xbox o PlayStation.
Entre las revistas británicas de gran consumo Men´s Health lidera la circulación digital con 12.676 ejemplares, un 6% de su difusión. Le sigue GQ con 11.779, un 9%. Todas las ediciones de The Economist -excepto la norteamericana- consiguen más de 30.000 ediciones digitales frente a más de 640.000 ejemplares de circulación total.
Los resultados de circulación digital de las revistas británicas confirman los datos de Estados Unidos, donde las revistas alcanzan una difusión digital ligeramente superior, pero sin frenar lo suficiente la caída del papel
Para la mayoría de las revistas, la difusión de las ediciones digitales, fundamentalmente en tabletas, es todavía inferior a un 3% de su difusión.
Algunas revistas con una apuesta decidida por la suscripción digital empiezan a mejorar sus resultados, pero el crecimiento de las ediciones digitales de pago es muy lento.
Grandes revistas como The Economist todavía alcanzan menos de un 5% de su difusión de los soportes digitales. Un crecimiento lento respecto a cifras de circulación anteriores. Como en el caso de los diarios, la razón principal está en la escasa generación de nuevos suscriptores digitales. La mayor parte del crecimiento de las suscripciones a la prensa digital vienen de la migración de los suscriptores en papel a los nuevos soportes y de las ofertas conjuntas digital/papel.
En los grupos con una mayor orientación a las ediciones digitales, incluidas las que no son sólo réplicas de la edición papel, los resultados son mejores. Future Entertainment Group ya consigue más del 20% de su difusión de las ediciones digitales con revistas dirigidas a un público joven y nativo digital como T3, PC Gamer o las revistas oficiales de Xbox o PlayStation.
Entre las revistas británicas de gran consumo Men´s Health lidera la circulación digital con 12.676 ejemplares, un 6% de su difusión. Le sigue GQ con 11.779, un 9%. Todas las ediciones de The Economist -excepto la norteamericana- consiguen más de 30.000 ediciones digitales frente a más de 640.000 ejemplares de circulación total.
Los resultados de circulación digital de las revistas británicas confirman los datos de Estados Unidos, donde las revistas alcanzan una difusión digital ligeramente superior, pero sin frenar lo suficiente la caída del papel
Thursday, February 14, 2013
Índice, un gratuito con vida y negocio digital
Índice está pensado como un proyecto para todas las plataformas, diseñado con responsive design (diseño adaptativo para todas las pantallas) y con una propuesta dirigida sobre todo a los móviles, el nuevo soporte y canal de distribución clave para los gratuitos.
A la propuesta original de Índice, con un un modelo de secciones poco convencional y orientado a una lectura muy personal: Informa, Conecta e Inspira, hemos sumado una propuesta completamente visual y un diseño táctil, donde todo se toca. Con un formato que no olvida la web, pero apuesta por los smartphones y tabletas como dispositivos claves para el consumo de contenidos.
En Índice hemos querido también desarrollar desde el inicio un nuevo modelo de negocio en un medio gratuito por naturaleza. Para ello los elementos de negocio se integran con el contenido gracias al uso de nuevos formatos y posiciones publicitarias con el mismo concepto visual y táctil.
Junto a la publicidad gráfica, Índice apuesta sobre todo por convertirse en un medio con una propuesta útil con elementos claves como las guías de restaurantes, espectáculos, etc. y las ofertas diarias. Un desarrollo de marketing directo, servicios y directorios sobre el que reposa la mayor parte del negocio digital del nuevo diario.
Índice es un desarrollo en HTML5 y nuevos formatos de información similar al que habíamos desarrollado antes en Mundo D, el proyecto deportivo de La Voz del Interior (Córdoba, Argentina).
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12:20 PM
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Monday, February 11, 2013
Lectores de series
Adeptos a las historias largas, con personajes simbólicos, diseñados para identificarse con varios tipos de público, tramas recurrentes desplegadas en medios tradicionales y en las plataformas digitales. Es el perfil de audiencia de series de televisión, pero también el de muchos lectores. Cultura, hábitos, tecnología y acceso a los contenidos acercan a la televisión, el cine o los libros. Consumimos los mismos contenidos, narrativas y estilos en cualquier medio y formato.
La saga Millenium, los vampiros de Crepúsculo, Harry Potter, Juego de Tronos o Los Juegos del Hambre son obras transmedia: pasan del libro a la televisión y el cine, siguen en videojuegos y hasta parques de atracciones. Es la clave del negocio cultural: los contenidos deben estar en todos los formatos y soportes para llegar al mayor público, desarrollar sagas a lo largo de varias temporadas para ganar audiencia y negocio. Lo sabía el marketing de contenidos desde hace tiempo, el universo digital se pliega a las leyes de la redundancia y la convergencia.
Los editores han presentado buenas noticias para la lectura: aumenta tanto en libros de papel como digitales. Y malas para la edición: el 58% de la población lee libros digitales, pero sólo una tercera parte los paga.
Crece la lectura en tiempos de crisis el tiempo forzado del paro: el 63% lee, aún por debajo del 70% europeo. Y crece el consumo de televisión: 246 minutos al día en 2012. Los hábitos y el acceso a través de las nuevas tecnologías hacen converger los gustos y los contenidos.
La revolución multipantalla no es sólo tecnológica. En el albor de la cultura digital los expertos alertaron de su tribalismo: la recuperación del universo simbólico y la unión de audiencia, trama y personajes en un interfaz donde los contenidos, compartidos en las redes sociales, identifican a uno y son reconocidos por los otros en un espacio común.
La cultura digital difumina fronteras de medios, géneros y formatos. Une al público en las historias, el interfaz y la experiencia compartida. Como en las viejas sagas y romances repetidas boca a boca para identificar a la tribu.
Columna en los diarios de Vocento
Tuesday, February 05, 2013
El prime time es tuyo
Toda la temporada de una tacada. Trece capítulos a un clic en cualquier pantalla conectada a internet. Es la apuesta de Netflix con su House of Cards, la primera gran serie producida por el gigante del vídeo bajo demanda en internet, con más de 30 millones de suscriptores. Nada de esperar al estreno de cada capítulo semana a semana en el prime time de las televisiones. La audiencia manda y decide si quiere tragarse este drama político de sopetón o poco a poco.
¿Qué fue de la promoción, las entrevistas con los protagonistas, los medios, el rating de audiencia, etc.? Las urdimbres del gran negocio de la televisión y el cine con su control del tiempo: de la programación y del público. Donde el marketing es tan importante y donde cada rueda de prensa es un capítulo del reality show permanente.
El poder es para la audiencia en la televisión por internet. El actor Kevin Spacey lo define como “un nuevo paradigma”, la primera serie creada para la generación del vídeo bajo demanda. En lugar de grandes campañas de promoción, la serie ha sido recomendada a los suscriptores de Netflix por un algoritmo de personalización. Si has visto otros dramas y comedias políticas, esta te gustará.
Darle a la gente lo que quiere, cuando quiere y con la mayor elección. Esa es la estrategia con la que Netflix espera sumar más suscriptores, e incluso lograr ingresos de la televisión de pago y los servidores de internet. Total disponibilidad y contenidos únicos, que no están en la televisión de pago ni en otros servicios de vídeo online como iTunes o Amazon. El gigante del comercio electrónico también se ha lanzado a la producción propia con otro sistema original: financiar un piloto y producir los que más éxito consiga. YouTube ya prepara suscripciones de pago para algunos de sus canales.
Oportunidad para los productores independientes y la ruptura del monopolio de los grandes de la televisión y el cine. Si la televisión arrebató mercado al cine con las grandes series, comienza la era de los contenidos premium en internet.
Columna en los diarios de Vocento
¿Qué fue de la promoción, las entrevistas con los protagonistas, los medios, el rating de audiencia, etc.? Las urdimbres del gran negocio de la televisión y el cine con su control del tiempo: de la programación y del público. Donde el marketing es tan importante y donde cada rueda de prensa es un capítulo del reality show permanente.
El poder es para la audiencia en la televisión por internet. El actor Kevin Spacey lo define como “un nuevo paradigma”, la primera serie creada para la generación del vídeo bajo demanda. En lugar de grandes campañas de promoción, la serie ha sido recomendada a los suscriptores de Netflix por un algoritmo de personalización. Si has visto otros dramas y comedias políticas, esta te gustará.
Darle a la gente lo que quiere, cuando quiere y con la mayor elección. Esa es la estrategia con la que Netflix espera sumar más suscriptores, e incluso lograr ingresos de la televisión de pago y los servidores de internet. Total disponibilidad y contenidos únicos, que no están en la televisión de pago ni en otros servicios de vídeo online como iTunes o Amazon. El gigante del comercio electrónico también se ha lanzado a la producción propia con otro sistema original: financiar un piloto y producir los que más éxito consiga. YouTube ya prepara suscripciones de pago para algunos de sus canales.
Oportunidad para los productores independientes y la ruptura del monopolio de los grandes de la televisión y el cine. Si la televisión arrebató mercado al cine con las grandes series, comienza la era de los contenidos premium en internet.
Columna en los diarios de Vocento
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