Los partidos mayoritarios escogieron el peor debate posible: sin flexibilidad, sin debate, sin ciudadanos, de un bipartidismo insultante, sin ideas, anclados en el pasado.
El resultado ha sido patético. Dos políticos encerrados en una pelea de la legislatura anterior y sin capacidad de plantear ideas con las que convencer a quienes no son sus partidarios acérrimos.
Intercambio de monólogos bronco y terco.
Ha dicho Luis García Montero esta noche que el bipartidismo insulta a la inteligencia. Los principales candidatos que tenemos, también.
Zapatero ha estado más crispado. Rajoy más tranquilo. Ni se ha inmutado cuando ha repetido mentiras y medias verdades machaconas de toda esta legislatura.
El presidente del gobierno atacó varias veces intentando romper el debate acorazado. Pero no contestó con suficiente contundencia ante las peores acusaciones del líder del PP.
Ninguno ha convencido a nadie que no estuviera ya convencido.
La encuestas de la noche dan una ligera ventaja a Zapatero. Casi todas andan por el 45% a favor del presidente y un treinta y tantos para Rajoy.
Conclusión: mucha bronca, pocas ideas y problemas para un presidente que seguramente será el primero de la moderna historia democrática que no logre la mayoría absoluta en su segunda legislatura.
El segundo debate será importante.
Pero más importante es reconocer que estos pseudodebates son una muestra de una democracia imperfecta.
Vale la pena reflexionar. Todos. Políticos, medios (dominados por los partidos y sus imposiciones) y ciudadanos.
O la democracia no mejorará.