Estaba previsto que Carmen Martínez de Castro, directora de Comunicación del PP, fuera la encargada de acompañar a Mariano Rajoy en los minutos de pausa publicitaria. Pero no fue ella. Entró Pedro Arriola, sociólogo, gurú de cabecera de José María Aznar, asesor de la CEOE y de Telefónica, y que mantiene una fuerte influencia sobre Rajoy.
Y el discurso se endureció.
En un instante. Mientras Angélica Rubio acompañaba a Zapatero, Rajoy entró, susurró unas palabras a Rajoy y se marchó. Y el líder del PP pasó un rato solo, reflexionando.
Y cargó con ETA. Arriola sabe mucho de eso, fue uno de los negociadores del gobierno de Aznar con ETA. Después aumentó la tensión con la política territorial y la inmigración hasta acabar con la acusación de que Zapatero había agredido a las víctimas del terrorismo.
Y al mismo tiempo cambiaban las votaciones en ABC.es. Hasta la pausa del debate, los votantes de la web del diario conservador elegían al presidente socialista como ganador del debate.
Tras el intermedio cambió la tendencia y aumentó la participación de los internautas considerablemente.
Y Rajoy acabó ganando por la mínima en ABC unos minutos después de acabar el debate.
¿Efecto Arriola?
En El Mundo, sin embargo, ganó Zapatero por la mínima (45,5% a 42%) en un sondeo de Sigma Dos. Pero cuidado, en elmundo.es también ganó Rajoy.
El efecto Arriola sólo funciona en la web.
No es la primera vez que el efecto Arriola tiene contraindicaciones en El Mundo. En 2005 el gurú electoral del PP sufrió un sonoro robo en su despacho. Y en El Mundo surgieron columnas de crítica feroz a quien había sido uno de los asesores de cabecera de Aznar.
Incluso Federico Jiménez Losantos le dedicó al caso Arriola una serie en Libertad Digital.