Papá Poe, dice Jesús Rocamora en Público. Y acierta. ¿Qué hubiera sido de nosotros sin la paternidad de Wilde, Poe, Baudelaire, Rimbaud y quienes los siguieron? Sin ellos no hubiera existido gran parte de la gran y más inquietante literatura del siglo XX, ni tampoco gran parte de la poesía, el cine y la música.
La inquietud, el misterio que más tarde ahondaría Julio Cortázar, el desafío de la vida convencional planteado por Jean Genet, Allen Ginsberg o Jack Kerouac.
Y el poder sugerente de las imágenes terribles. El cine, del expresionismo a la nueva oleada de películas de terror pasando por los clásicos del gótico le debe tanto.
En sólo 40 años. Entre Estados Unidos e Inglaterra. Del alcohol al opio.
Música para un bicentenario: cuando oigo esta canción de Nick Cave siempre me recuerda Ligeia.