Los habitantes de la Isla de Man con conexión de banda ancha pagarán una libra al mes (1,1 euros) para bajarse música de internet.
El gobierno de la isla pone en práctica así el impuesto universal sobre la banda ancha para compartir contenidos digitales, defendido hace tiempo por Richard Stallman y actualizado por William Fisher y otros profesores de Harvard.
Es la aplicación de un auténtico canon digital aplicado a los contenidos y no al hardware.
Es otra forma de entender el derecho a la compensación equitativa por copia privada de la legislación europea y española de propiedad intelectual. Y encaja perfectamente en una situación en la que la música ya no vale nada porque es un commodity que se utilizar para vender otras cosas: CD´s con álbumes de fotos o DVDs y extras de todo tipo, móviles, promociones de revistas, tonos, etc.
La Isla de Man es un territorio de la corona británica que no forma parte de la Unión Europea. Los responsables de la iniciativa quieren llegar a un acuerdo con las discográficas y crear una agenda de gestión de derechos que realmente se ocupe de redistribuir la tasa por las descargas.