La Unió de Periodistes valencianos se queja al defensor del pueblo de la Comunidad Valenciana (Sindicatura de Greuges) por los ataques, descalificaciones y obstáculos a la prensa del presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, investigado por corrupción.
La Federación de Asociaciones de la Prensa (FAPE) respalda a los periodistas de Castellón y "rechaza contundentemente cualquier intento de menoscabar o coartar la libertad de información y muestra su profunda preocupación ante los reiterados ataques de Carlos Fabra de boicotear e incluso insultar y descalificar, a título personal, a los periodistas en el ejercicio de su trabajo cuando le preguntan sobre su situación judicial, hecho de especial interés informativo dada la relevancia social del personaje".
Es el último episodio de un conflicto que aparece cada vez con más intensidad por las relaciones entre medios y poder político.
Los políticos acaparan poder y los medios son muchas veces dóciles y remisos a la hora de protestar.
Tras la última campaña electoral los directores de diarios tardaron dos meses en protestar contra las restricciones a la información electoral.
El periodismo figurante avanza por las debilidades periodísticas, las afinidades políticas y los conchabeos económicos.
Desgraciadamente el conflicto sólo estalla con casos extremos como el de Fabra cuando cada día se producen ejemplos de manipulación y se repiten los obstáculos a la información.