La pelea económica en el gobierno entre Pedro Solbes y Miguel Sebastián se escenifica en los medios. Y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero navega en medio a bandazos. Pero tanta declaración sobre la crisis, sus causas y cura pueden dejar algo bueno para la sociedad de la información.
El ministro de Industria, Miguel Sebastián, vuelve a resucitar la idea de una red wifi gratuita en las ciudades, como ya defendió para Madrid en su campaña municipal, que perdió frente a Gallardón.
Solbes quiere que la crisis ayude a ajustar una economía tan dependiente del ladrillo, del gasto público y de unos fondos europeos que se acaban.
Sebastián quiere intervenir con mayor fuerza en la economía. Seguramente por convicción de que los gobiernos deben intervenir ante las crisis -véase el ejemplo liberal norteamericano-, para reducir el coste social de la siempre persistente privatización del beneficio y socialización de las pérdidas, y porque es la oportunidad de ejecutar proyectos que en una buena coyuntura económica serían difíciles por los intereses de las empresas o la mirada inflexible de los reguladores.
En ese escenario se entiende el plan de wifi universal gratuito en las ciudades españolas después de que la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) se haya negado reiteradamente a autorizar wifi municipal.
Pero las promesas de Sebastián suelen levantar recelo. Es una de las razones de su trayectoria económica y política. Hace pocos días en la reunión del sector de las telecomunicaciones en Santander, el ministro de Industria hizo dos promesas: subvenciones a los municipios para más antenas de móviles y la promesa de que la TDT de pago llegará por consenso en 2009.
Del plan de wifi que ahora revela Público (diario propiedad de Jaume Roures, principal beneficiado por la TDT de pago), entonces no se dijo nada. El ministro anunció el Plan Avanza2 para sustituir al actual, pero no se refirió a la internet inalámbrica a pesar de que escuchó a las telecos quejarse de la política de extensión de las redes de nueva generación definida por la CMT. Todos quieren invertir menos dinero y se quejan de las ventajas de Telefónica, a pesar de las condiciones impuestas por el regulador.
La escasa penetración de la banda ancha sigue siendo un problema para la economía española. El wifi municipal no lo solucionará. Se necesitan más líneas, mejor fibra y más inversiones. Pero el wifi libre es vistoso y ayuda a los ciberciudadanos.
Sebastián y Zapatero siempre están atentos al rendimiento político de sus decisiones. Bienvenido sea el wifi municipal pero, por favor, que no sea a cambio de ventajas de otro tipo para las operadoras ni de retrasos en las infraestructuras básicas de la sociedad de la información.