Tres ratoncitos ciegos, tres ratoncitos ciegos, ¡Mira cómo corren! ¡Mira cómo corren!
Así con los políticos. Ciegos. Sólo ven sus intereses. Sordos. Sólo oyen a los suyos.
José Luis Rodríguez Zapatero no ve la crisis económica y mucho menos, ¡vade retro!, la nombra. Si no se nombra, no existe. Ya se sabe.
Rajoy nunca oye más que silencio en la calle. En su calle no se habla ni de aborto, ni de eutanasia, ni de nada que moleste la estrategia del PP.
Tal para cual. Políticos ciegos y sordos cuando no quieren oír ni ver.