Contra todo pronóstico y frente a la presión de la derecha mediática, Mariano Rajoy quiere quedarse y se presentará a la presidencia del partido en el congreso nacional del PP que se realizará en junio.
Rajoy ha lanzado un envite a sus competidores recordando que pueden presentarse como candidatos. Un rasgo de inteligencia fue dejar a Esperanza Aguirre y Gallardón sin poltrona en el Parlamento. Es difícil ser líder de la oposición si no puedes enfrentarte al presidente del gobierno en las grandes citas.
¿Volverá la lucha interna entre Antonio Hernández Mancha y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón tras la renuncia de Manuel Fraga?
¿O los años de remodelación del partido de Aznar sin llegar a La Moncloa?
Con Rajoy estaban hoy los mas fieles de si equipo. Como Ana Pastor, desaparecida en la campaña y que rápidamente ha escrito en su blog: "Vamos a trabajar todavía más para sumar a este proyecto a más y más gente. Estamos dispuestos a dejarnos la piel en ello. Y lo vamos a lograr con Mariano Rajoy a la cabeza de este gran proyecto popular".
Frente a quienes piden más derecha, el líder del PP derrotado en las elecciones volvió a defender su proyecto apoyado por diez millones de votantes.
Poco antes, en el club Siglo XXI, Pedro J. Ramírez, ha vuelto a apostar por una renovación y ha tildado la decisión de Rajoy de equivocada porque se impone cerrar el "ciclo de Aznar y del sucesor designado a dedo por Aznar".
Rajoy ha insistido en que el dedo de Aznar se paró en marzo de 2004 y "no ha intervenido nada en la vida del partido". Una afirmación difícil de creer cuando los grandes documentos de estos años se han hecho en la Faes del ex presidente.
En la derecha mediática vuelve a abrirse la batalla entre los defensores de una derecha posible con Rajoy y otra encabezada por un líder más apegado a los bastiones mediáticos que agitan el PP.
Por ahora los barones regionales, Esperanza Aguirre incluida, se alinean con Rajoy, que no se ve "incómodo" ante la posibilidad de una batalla con la presidenta madrileña.
Habrá lucha de aquí al congreso de junio y un nuevo big bang en la derecha mediática.