Cataluña le da al PSOE cuatro de los cinco diputados que gana en estas elecciones. ¡Y eso pese a la telenovela del AVE!
Si Euskadi ha apostado por los socialistas y su búsqueda de la paz con ETA, Cataluña entiende que los excesos de ERC no valen y entrega sus votos y escaños al PSOE.
Se vuelve a hacer verdad el célebre eslogan, repetido hace poco por el presidente, de que el PSOE es el partido que vertebra España.
Los dos lugares más calientes de la legislatura apuestan por el presidente y su partido. El PP no gana allí donde ha centrado las críticas a la política del gobierno.
Ana Botella supo una vez que el PP había perdido las elecciones con el dato de participación en Cataluña. Ahora esa comunidad vuelve a ser definitiva.
Vertebrar España.
El nacionalismo y la crispación del PP son incapaces de hacerlo. Este país está abocado a entenderse. Lo estuvo cuando se pactó el estado de las autonomías y seguramente lo está ahora cuando es necesario dar el paso hacia un modelo federal.
Cataluña se libera de griterío nacionalista de un extremo y otro para apostar por quien más puede integrar.
Pero el PP también sube un escaño y casi un punto porcentual, pero no avanza lo suficiente en una comunidad clave.
CiU consigue al final un diputado más, once, con lo que la derecha sube dos diputados (11+7=18) desde 2004 frente al mismo descenso en el tripartito.
El independentismo es el gran perjudicado y el gobierno de Montilla sufre un toque de atención.