Friday, March 07, 2008

Nocilla mutante

Agustín Fernández Mallo, el autor de Nocilla Dream, ya está en Alfaguara. Bienvenido al marketing. Alfaguara le abre blog y El País lo canoniza y homenajea a todos los Mutantes mientras en Santillana preparan la nueva temporada y la chequera.
Ya lo avanzó Vicente Verdú hace unos meses, cuando escribió diez reglas para la nueva literatura tan deplorables como cualquiera.
A mí me gustan más las últimas. Primero porque son colectivas, segundo porque se gestaron en un blog y tercero porque demandan más actitud y encorsetan menos el estilo.
Pero lo mejor de las reglas es no obedecerlas.
NO, mejor es cambiarlas y hacerlas pasar por buenas.
Fernández Mallo estará contento. Ahora puede hacer suya la frase de Vicente Luis Mora de que "el marketing es un medio de expresión".
A ver si tenemos suerte esta nueva generación llamada mutante trae más sangre fresca a la literatura contemporánea que la que hemos sufrido los últimos años.
De la antología de Mutantes me quedo con Fernández Mallo y su recuerdo de road movie, de Bolaño y de Burroughs.
Por supuesto, Javier Fernández y su Cero absoluto. Con esa maquetación de diario todo periodista está obligado a leer ese cuento. Uno de los pocos absolutamente fragmentados, zappineados y con una narrativa lineal pero construida a columnas, asincrónica y que bien vale un euro, sin promociones.
El miedo de Isaac Rosa me emocionó. Me hizo recordar las políticas de nuestros miedos cotidianos y casi estuve a punto de cerrar el libro y abrir El Mundo en busca de más ficción.
Y el intercambio de mails de Jorge Carrión es como una canción de los Ramones. Ahí la literatura del post y el hipertexto se reconoce.
Literatura mashup. Novelas que se piensan a sí mismas. Autorías en suspenso.
Juan Francisco Ferré defiende en su prólogo a Mutantes que la literatura del post debe ser
innovadora: reflexiva, disidente y mutante de lo anterior, con nuevas codificaciones verbales;
avanzada: con el poder de intervención de las tecnologías en la realidad.
Sí.
Pero también necesitamos algo más de furia. Me quedo por ahora con Johnatan Safran Froer, maestro del hipertexto, con el marine Gabe Hudson, con la furia terrible y seca del último Cormac McCarthy. Y la mala leche tan bien pensada de ese abuelo llamado JM Coetzee.
Pero entre los mutantes hay algunos replicantes con los que soportar a Vicente Verdú hoy que El País vuelve a repetir sus mandamientos canónicos por si no nos habíamos enterado.
Hay que joderse.
Entre los mutantes hay ecos de Thomas Pynchon, de Kurt Vonnegut, de Philip Roth.
¿Dónde está la cultura en español? Se quedó en el ordenador robado de Roberto Bolaño.
Es mejor.
Bueno. El Julián del entusiasta Juan Goytisolo nos sigue gustando.
Ahora sólo falta que la generación de mutantes hagan caso a Martin Amis: "Toda escritura es una campaña contra el cliché".
Porque la cultura del remix y la intertextualidad no tiene que ser repetitiva ni afectada.
O le pegaremos un tiro entrelíneas y entre las patas antes de aburrirnos.