Google puede seguir creciendo tranquilo. El Gran Ciberleviatán está a salvo del ojo vigilante de la Comisión Europea y tiene vía libre para la compra de DoubleClick. Europa sigue el criterio de Estados Unidos y no ve amenaza para la competencia.
Pero alerta: habrá que estar vigilantes sobre la privacidad y el uso de los datos de los usuarios. Y sobre su control 2.0 de internet.
Ese es el lado oscuro del poder del Gran Ciberleviatán.
Google repite con la publicidad la estrategia que le ha hecho poderoso y hacer temblar a Microsoft: convertirse en una plataforma de programas y gestión de contenidos y aplicaciones en la propia web.
Tras la explosión cambriana digital llega la era de los dinosaurios. Los grandes dominan la Red.
Artículo completo en Sociedad Cableada