La confianza socialista es total. Cuando el escrutinio no llega al 60%, José Blanco, secretario de Organización del PSOE, proclama la victoria de José Luis Rodríguez Zapatero.
El PSOE sube escaños frente a 2004. El PP, también. Mariano Rajoy puede salvar la cara por un tiempo. Pero no será el candidato popular en las próximas elecciones. El PP vuelve a mostrar que tiene un electorado de hierro, muy estable, y que incluso es capaz de convencer a indecisos.
Zapatero confirma su liderazgo y su proyecto, pero no llega a la mayoría absoluta.
Aznar gana. El ex presidente logró superar al PSOE de Felipe González en 1996, cuando peor estaban los socialistas, y reafirmó su proyecto con mayoría absoluta en su segundo mandato.
A estas horas ya se sabe que el PSOE no logrará la mayoría absoluta. Entre 168 y 170 diputados, ha dicho Blanco. Entre dos y cinco más que en 2004.
El PP subirá y también ganará dos a cuatro diputados. De 148 a 150 o 152, cuando el escrutinio en Madrid avance.
La debacle es para los socios de Zapatero en la izquierda.
IU cae casi a la mitad y es posible que sólo consiga dos o tres diputados frente a los cinco de la legislatura anterior.
Esquerra sufre a estas horas una debacle. Sus dirigentes esperaban mantener cinco o seis diputados de los ocho de 2004, pero a estas alturas, con el 60% del escrutinio en Cataluña, sólo conseguirían tres diputados, con la mitad de votos que en las elecciones anteriores.
¿Endurecerá su postura y romperá el tripartito?
El BNG mantiene sus dos diputados y confirma que, al contrario que ERC, cuando se aprovecha estar en un gobierno autonómico para defender políticas de izquierda nacionalista sin aspavientos, el rédito acompaña.
El PNV pierde un diputado a favor del PSE, que gana las elecciones en Euskadi.
CiU mantendría sus diez diputados y Coalición Canaria perdería un diputado.