La ley de la oferta y la demanda es implacable con la música: hay demasiada oferta, tanta que el precio de la música se aproxima a cero. Apple negocia con las discográficas un trato para convertir la música en un commodity, en un elemento de marketing para los móviles, los iPhone, los iPod, los reyes del nuevo negocio digital.
Pero los propios músicos ya emplean su música en formato digital para promocionar sus conciertos o sus discos.
Quizá ese sea el mejor de los negocios. Ofrecer canciones gratis o a bajo precio para conseguir que la gente escuche y compre más música.
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