La pluma de Tom Wolfe ha escarbado en los tótems más espurios del american way of life durante los últimos 40 años. Bajo su pluma han sufrido la izquierda exquisita, la psicodelia de los 60, los yuppies de los 80 y los oligarcas de los 90.
Ahora, el viejo reportero discípulo de Truman Capote, virtuoso e impulsor del nuevo periodismo, vuelve a la carga y lo hace contra las nuevas generaciones de americanos, hijos del dinero y el conformismo.
I Am Charlotte Simmons, su nueva novela, de la que publica un capítulo The New York Times, es una ácida crítica (como es habitual en él) de las universidades americanas y sus moradores, más interesados en ligar y en vivir bien a cuenta de sus padres que en desarrollar sus facultades intelectuales y profesionales.
Charlotte es una prometedora estudiante de primer año que topa con una compañera de piso ninfómana y con todos los arquetipos --o mejor, esperpentos-- del moderno sistema de educación universitaria: el bruto jugador de fútbol americano, el reportero intelectual del periódico universitario, el niño de papá que se cree el rey del mundo, etc.
Wolfe había prometido que su nueva novela metería el dedo en la llaga de la aculturación de Estados Unidos y lo ha hecho. Llevaba tiempo cargando contra las nuevas generaciones y en noviembre su nueva crítica estará en los estantes de las librerías.
Truman Capote dividía a los escritores entre quienes mecanografían y los que escriben.
Wolfe alterna. Casi todos sus viejos reportajes periodísticos están escritos y tienen el aroma de la prensa combativa. Algunos de sus libros rompen récords de pulsaciones y otros parecen manuscritos minuciosos.
De lo que no hay duda es que volverá a hurgar en los fetiches de la vida cotidiana de Norteamérica.
The New York Times | Tom Wolfe | I Am Charlotte Simmons
Tom Wolfe | I Am Charlotte Simmons