Tuesday, June 13, 2006

Ecos beat

Anagrama está reeditando algunos autores de la generación beat y cuando el editor Jorge Herralde hace algo así es para estar atentos, como avisaba Manuel Rodríguez Rivero en ABCD el sábado pasado. Ese día se daban los Premios Xerais en Galicia y Diego Ameixeiras ganaba el de novela con Tres segundos de memoria, descrito por el jurado como la crónica de una generación (la nacida en los 70) que vuelve a avivar el ideario de las crónicas del hispter (¡bendito Mailer!, también reeditado) y los beats.
Alguna identidad y actitudes comunes aparecen entre los aullidos de Allen Gingsberg (que ahora cumple 50 años), la descarnada escatología de William Burroughs, la búsqueda de Jack Kerouac y un anhelo de cierto espiritualismo.
Los beats convirtieron en arte su vida, sus andanzas y su rebelión contra una sociedad del bienestar y bienintencionada, con sus valores fuertemente protegidos por las certezas de la Guerra Fría. Sólo se daría de bruces con sus fantasmas en la guerra de Vietnam. Entonces en sus selvas descubrió el terror que anidaba en las almas de sus hijos y lo crueles que podían llegar a ser. Y recordó que en el patio trasero del sueño americano vivían los inadaptados de una sociedad complaciente.
Entonces los americanos se dieron cuenta de que los presidentes también mentían y el mito de la política bondadosa acabó enfangado en el Watergate.
La biografía convertida en literatura. Algo de eso, y multimedia, hay en la vida mediatizada de tantos jóvenes que hoy escriben, filman, graban y publican su yo de dominio público. El diario y los blogs, la ruptura de estructuras argumentales para volver a fragmentar el texto y la novela son otras coincidencias de aquella generación y ésta que apunta ganando premios literarios.
Si encima hay aniversarios y se reviven Aullido y crónicas del mito del rock como Rolling Thunder Logbook de Sam Shepard, entonces los ecos resuenan y el indie se hace más beat.
Quizá aquellos aullidos de hace medio siglo resuenen en las líneas de estas nuevas novelas y en los libros que Herralde reedita olfateando tendencias.