Algunos lo dejaban claro: "El Manifestómetro desea aclarar que, por muy multitudinaria que sea la rueda de prensa, no piensa asistir a ella, ni a contar los asistentes ni a escribir una crónica posterior. Así que, por favor, deje de enviar estos avisos, es inútil".
Resumían el estupor de muchos blogueros cuando recibieron una nota de prensa de Fon que, como ha hecho desde el principio, intenta aprovechar la red y el marketing viral para difundir su negocio: construir una red wireless con el ancho de banda no utilizado de las conexiones de abonados a otros servicios de acceso a internet.
Para dar el empujón a su empresa Varsavsky ha construido una red de blogueros a los que ha nombrado representantes en varios países o consejeros de la compañía.
Con esta estrategia, Fon se ha difundido rápidamente como una iniciativa de red social. Un ejemplo para otros negocios y para futuras campañas de marketing. El problema de estas estrategias es cuando se van de las manos.
La comunidad responde. Una idea puede ser apoyada en una red social por su interés o relevancia en determinado momento. En otro puede no ser tan bien recibida. Y menos cuando algunos principos de privacidad y etiqueta se violan. Cuando se habla a personas hay que respetarlas como personas para no caer en los vicios de la vieja publicidad.
Entonces la larga cola se agita y te atiza un latigazo. En este caso, de inteligencia y humor.
El exceso es incómodo. Puestos a hacer marketing viral algunos afectados por el spam demandaban más sustancia:
"Reservadme un libro, un router FON y una unidad de todo lo que tengáis disponible para vender. Mejor: uno de cada para cada uno que ha recibido el spam".
El marketing viral por correo electrónico tiene sus peligros. Para que funcione tiene que apuntar bien, ser discreto, ofrecer información interesante y debe llegar al público/perfil/objetivo adecuado.
Algunos, como Diego Lafuente, estaban ya hartos de saturación: "Yo sé que es tu trabajo hacernos spam y molestarnos de esta forma, pero piensa un poquito... fíjate lo bien que se podría hacer. No somos perros rabiosos, ni máquinas procesadoras de comunicados de prensa, somos personas".
El aviso de Diego alertaba a Martin Varsavsky, fundador de Fon, invitándolo a escribir una entrada en su blog y respetar la elección de los demás.
El marketing de GPS Imagen y Comunicación se volvió contra sus objetivos, pero fue literariamente hackeado gracias a que la mala gestión de la herramienta nos convirtió a muchos en una lista de correo involuntaria. La lista hackeada funcionó:
GonzoTBA
"Le agradezco el interés mostrado por el lanzamiento de mi nuevo libro, Bilo y Nano Reloaded. Las tiras vienen en un acabado satinado que espero que sea de su agrado, y han sido vectorizadas hasta el último forlayo.
Siguiendo sus indicaciones, acabo de enviar diez mil ejemplares a la sede de Fon y espero que la camada de su vecina crezca fuerte y sin problemas. Le rogamos comunique a su vecina que en breve, con tanto libro, se verá en la necesidad de adquirir un buen número de gatos inalámbricos. No dude en ponerse en contacto con nosotros".
Otros aprovechaban la lista no deseada para anunciar redes wireless libres bien distintas a las de Fon: "una fantástica red wifi gratuita llamada LavapiésWireless, de la que no espera forrarse nadie, con lo que no te molestan con correos comerciales (aunque tampoco te dan tanta oportunidad para la guasa).
O para publicitar eventos interesantes como Dorkbot Madrid. ¿Qué es Dorkbot? "Tobótica chanante, baja tecnología y bajas pasiones, electrónica ciberpumbi, arte que se enchufa, memes mecanotrónicos".
Gracias, Fon, por darnos la oportunidad de reírnos un poco y aclarar tanta visión beatífica.
(Gracias a todos los citados por su permiso para reproducir sus palabras)
Luis Rull no está entre los spameados, al menos no directamente
P21 | Foncachondeo