"La nueva paradoja del periodismo es que más medios cubren menos informaciones". La redundancia y la falta de contenido propio son los mayores males del periodismo moderno y una de las razones de la falta de interés de la audiencia por los medios.
El informe The State of the News Media 2006, del Project for Excellence in Journalism, denuncia una tendencia que algunos señalamos desde hace años: los diarios y la mayoría de los medios son iguales, redundantes y aburridos.
Cada vez hay menos periodistas en los medios y más en los gabinetes de prensa y comunicación. Los reporteros ya no buscan noticias ni tienen tiempo para investigarlas, están demasiado atareados cubriendo el marasmo de ruedas de prensa, actos y presentaciones que se suman a los millones de notas de prensa que llegan a las redacciones.
Sobra comunicación y relaciones públicas y falta periodismo, información propia, original y diferenciada.
Y los nuevos medios no invierten suficientes recursos en producir información propia de calidad. Prefieren invertir en tecnología.
A pesar de la conversión en medios o distribuidores de contenidos de las empresas tecnológicas, los productos más valorados son producidos por los grandes medios y las grandes empresas de entretenimiento (música, cine, televisión). Sólo el periodismo 3.0 o ciudadano ha venido a crear contenidos originales (en cierta parte) y a ampliar la cobertura informativa y de opinión de determinadas áreas especializadas.
En muchas ocasiones, los únicos capaces de producir información de cercanía para los medios son los propios ciudadanos, que ya están empezando a ser profesionalizados para regular su participación y evitar problemas sindicales y de derechos de publicación.
La redundancia de los medios limita el conocimiento y el debate público, pero también el interés de la audiencia. Las grandes audiencias se reducen y crecen los productos de nicho y especializados, que sufren problemas publicitarios y suelen adolecer de falta de recursos para desarrollar sus redacciones y contenidos.
Llega el fin del modelo tradicional de mass media, de medios de comunicación de masas, y la resistencia de la publicidad a apostar fuerte por los medios digitales dificulta la creación de redacciones capaces de producir información propia y diferenciada.
El enemigo vive dentro del periodismo con la sustitución de la información de calidad e interés por las fuentes redundantes, los hechos y declaraciones repetidas, el famoseo, la lejanía entre medios y ciudadanos, la autocensura y el miedo a posiciones críticas con el poder (de cualquier naturaleza) y la propia sociedad.
Es el punto crítico de un informe que identifica otras cinco tendencias en gran parte también aplicables al periodismo español:
>> Crece la prensa nacional y pierden los grandes locales. La tendencia ya apareció en España hace dos años (y sigue) debido a las grandes campañas publicitarias y el esfuerzo promocional de las cabeceras nacionales. La crispación política también tiene su parte con la polarización de los lectores.
La prensa local sufre además su fuerte dependencia informativa y financiera de los poderes locales y autonómicos.
>> La búsqueda del negocio ha vencido a la vocación editorial en muchos de los grandes medios.
>> Innovación tecnológica: la apuesta es más firme en mercados como el norteamericano, pero los medios españoles también han comenzado a mejorar sus ediciones digitales y a invertir en nuevos medios y productos.
>> Nuevos medios vs. medios tradicionales. Cuanto más triunfan los agregadores y buscadores de noticias, más erosionan a los medios productores de información. Los portales incluyen contenidos y sustraen audiencia de los medios originarios, aunque también son responsables del aumento de tráfico de muchas ediciones digitales de medios tradicionales. Pero la saturación de contenido y la gratuidad restan fidelidad a la audiencia de los medios tradicionales.
>> La renuencia de la publicidad digital. El crecimiento es fuerte pero el pedazo del pastel es todavía escaso.
Son necesarios nuevos criterios para el periodismo de calidad, pero también nuevos modelos de negocio (como ya ocurre en la industria cultural) que vuelvan a fomentar la creación de contenidos e información, no su repetición y redundancia.
Sobre las bitácoras, la conclusión es clara: la mayoría de los contenidos de los blogs más leídos se nutren o dependen de la información producida por los Big Media y por otros blogs.
Eso sí, cambian el estilo y los formatos (subjetividad), animan la conversación (crisis de la mediación), amplían los puntos de vista y la selección de noticias (democratización informativa), y en determinados temas producen información propia, sobre todo en áreas especializadas y locales.
El estudio indica que están ayudando a mejorar y enriquecer la agenda de los medios tradicionales.
The State of the News Media 2006
P21 | Diarios aburridos e iguales
P21 | El enemigo vive dentro del periodismo
P21 | Nuevos criterios para el periodismo de calidad