Thursday, February 12, 2009

¿Independencia de la prensa? Mejor, arrejuntaditos

Se acuerdan de las promesas del flamante líder del PP, Mariano Rajoy, sobre su independencia de la prensa.
Olvídenlo.
Cuando las cosas se ponen mal no hay como la connivencia de medios y políticos. Tenemos larga experiencia en todos los bandos.
Pero la égida de Pedro J. Ramírez es de las más duras. Requiere la férrea disciplina de seguir al líder por los recovecos del posmodernismo periodístico ideológico y el oportunismo.
Gran domador, el director de El Mundo maneja como nadie el palo y la zanahoria. O la doctrina del shock, como la ha llamado Naomi Klein.
La contraconspiración domina El Mundo estos días. No sólo sirve para hacer causa política, sino que es el campo de batalla de su sempiterna guerra con El País respecto al si tú mientes más que yo y mis exclusivas son mejores que las tuyas y toda esa retórica perversa que deja a los lectores confusos y a los ciudadanos compungidos.
Cuando caen chuzos de punta, Mariano corre a cobijarse en el regazo áspero de Pedro J., donde la lideresa Aguirre se mece a gusto.
Entretanto, un dirigente del PP de Jaén niega en Público y El País la conspiración de la cacería del ministro Bermejo y el juez Garzón. Pero el ojo de El Mundo es selectivo.
Las cacerías nunca han sido buenas en España. Ya lo explico Carlos Saura en La caza hace tiempo y la historia de nuestros reyes y dictadores lo confirma. Parece mentira que sigan pasando estas cosas. Pero eso nos pasa por tener ministros y jueces cazadores. Hay que hacérselo mirar.
Manel Fontdevila da en el clavo.