Ahora que el proyecto
ADN.es desaparece para volver a ser una edición digital del gratuito ADN, con el despido de la mayoría de su plantilla y el abandono de sus ideas y capacidades, Íñigo Sáenz de Ugarte, la primera persona a la que busqué para acompañarme el aquel proyecto,
repasa sus avatares y los motivos de su destino.