Al fin ha nacido Xornal de Galicia tras su larga gestación de más de cinco años y renacido de un aborto hace cuatro años.
El diario dirigido por José Luis Gómez y financiado por Jacinto Rey mantiene las mismas aspiraciones que entonces: convertirse en la voz de la izquierda galleguista en un panorama dominado por La Voz de Galicia y grupos nacionales como Prensa Ibérica (El Faro de Vigo), o pequeños grupos locales como El Progreso.
A diferencia de su primer lanzamiento, el espacio de centroizquierda está ahora ocupado en parte por la edición gallega de El País, que reúne un buen puñado de firmas y áreas informativas cercanas a la misma sensibilidad de Xornal de Galicia.
El diario de José Luis Gómez (ex director de La Voz y ex directivo del Grupo Zeta, lo que explica algunas fobias y afinidades), nace en plena crisis de los gratuitos, que cierran sus ediciones en Galicia (ADN, Metro) mientras se mantiene LV, el gratuito local del grupo El Progreso.
Pero el nuevo diario no se aprovechará de esos cierres, apurados por un mercado en descenso, y sobre todo en ciudades pequeñas, con población dispersa y poco transporte público. Los gratuitos no han logrado una gran audiencia en Galicia y tampoco parece que hayan creado nuevos lectores.
El estreno de Xornal de Galicia en internet (no he podido ver la edición papel) no avanza demasiado sobre el anterior Xornal.com. La propuesta en internet no es novedosa pese a las promesas de dar "a mesma importancia ao clásico formato de papel e ao formato on-line, procurando a interconexión entre ambos e evitando que ningún deles estea subordinado ao outro".
Tampoco la información destaca este primer día frente a un amplio despliegue de opinión y una entrevista con el vicepresidente de la Xunta y líder del BNG, Anxo Quintana, donde vuelve a airear sus diferencias con el presidente Emilio Touriño.
Galicia necesita un diario independiente, progresista y con enfoque gallego en un panorama de ideas demasiado acotado entre los grandes diarios. Ojalá esas promesas se confirmen en la era de la fin de la prensa y cuando las ambiciones y el poder político juegan un papel demasiado intervencionista que estrangulan la independencia informativa de la mayoría de los medios.
Atopo unhas opinións de Marcus achegadas as miñas sobre o novo Xornal