Por fin un ayuntamiento (Avilés) hace las cosas bien y consigue autorización para ofrecer wifi gratis en espacios públicos. Y a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) le ha faltado tiempo para ponerse dicharachera en su blog ( y en Twitter) y acusar a los pocos medios que denuncian su actividad como regulador para tacharlos de “torticeros”, “distorsionados” y “simplistas”, igual que a los particulares y asociaciones que no estamos de acuerdo en que el acceso a las telecomunicaciones sea un servicio universal de explotación privada y no un auténtico servicio público más protegido y garantizado por la ley.
No es competencia de la CMT cambiar la legislación, pero sí la defensa de la competencia y la garantía de que se cumple el servicio universal. Y su actuación deja mucho que desear en ambos sentidos desde el punto de vista de los ciudadanos.
Si la CMT quiere explicar sus criterios como regulador puede y debe hacerlo, pero empezar acusando a los demás de no entender lo que es incapaz de explicar mientras ha pasado años denegando autorizaciones de wifi libre sin garantizar al mismo tiempo el servicio de los operadores -como demuestran las quejas constantes de los ciudadanos (véanse las memorias de los defensores estatal y autonómicos)- no es una muestra de transparencia democrática, sino de soberbia burocrática.
También está bien que ofrezca enlaces en inglés sobre wifi municipal, pero ha tenido tiempo suficiente para comunicar adecuadamente a los ayuntamientos en un idioma oficial en España cómo podían ofrecer ese servicio de acuerdo a la ley y no lo ha hecho.
Mi respuesta se publicará mañana en Público, uno de esos medios torticeros para la CMT, seguramente porque no estamos de acuerdo con sus criterios, defendemos la garantía efectiva de la conectividad universal y criticarmos al regulador cuando no es capaz de desmontar los privilegios de un ex monopolio como Telefónica, como reiteradamente se quejan el resto de operadores y la Comisión Europea.
Mi comentario en el Blog de la CMT