Thursday, August 10, 2006

Galicia arde y se moviliza

En mi infancia o fogo era el calor de la lareira, la protección del hogar. A carón do lume comenzaban los cuentos de Ánxel Fole y soñábamos trasgos y meigas entre fragas y carballeiras.
Galicia negra. Calcinada. Arrasada por la indiferencia, las venganzas de todo signo, la codicia, la falta de desarrollo. Los políticos con su letanía de acusaciones y una división ineficaz y desesperante. En algunos casos, culpable. En otros, ineficiente.
Galicia verde. Esperanza. Movilizándose contra la tragedia. Nunca máis en defensa del monte y la vida se mueve en la Red (Arde Galiza, Indymedia Galiza, Vieiros). También en las calles, aunque poca gente acudió a las manifestaciones de ayer, y el voluntariado se organiza para vigilar montes, ayudar en tareas de intendencia o de repoblación.
900 400 800 es el teléfono de la Xunta de los voluntarios para la Defensa del Monte Gallego, y también en ConcienciaSolidaria.org.
Este año los incendios acechan las casas, las zonas más atractivas para el turismo, resquicios para burlar la ley y convertir en especulación las cenizas. Calidonia superpone los mapas que muestran la estrategia tan evidente, que tantos denunciamos. Queman el terreno codiciado, acechan las carreteras y dificultan las operaciones contra el fuego en los aeropuertos. Se llama terrorismo y está organizado. De los rescoldos del fuego debe surgir la repoblación del medio para que el mar vuelva a acabar en el verde, pero también una investigación policial y judicial hasta las últimas consecuencias para encontrar a los culpables, inspiradores y colaboradores de esta tragedia.
Galicia arde porque alguien la está prendiendo. No puede haber impunidad.
Debe acabar el silencio. Hace falta un movimiento cívico como el que atajó la marea negra del Prestige y sus manchas más allá de la costa: en la política, las instituciones, las administraciones relacionadas con la tragedia.
Algunos malintencionados, resentidos y medios obedientes de sus paganos e intereses se preguntan dónde está ahora el espíritu de Nunca Máis. Siguen sin entender que mucha gente de buena fe protesta y se moviliza por sus derechos, los de su pueblo y su tierra. El objetivo no son los políticos. Esos son sus objetivos y sus intereses, no los de la mayoría de la gente. La marea alcanza y señala a los responsables cuando no cumplen los deberes para los que fueron elegidos.
Eso es la democracia.
Para muchos la dependencia y el sectarismo es tan grande que nubla cualquier juicio. Pero el espíritu existe y ya está movilizándose de nuevo para luchar contra el fuego y contra las causas de tanta esquilma, de tanta ceniza, de tantas sospechas, de tanto llanto.
Galicia arde, pero el espíritu se anima y resiste. A pesar de todo y de todos. El gran desafío es superar la tragedia para avanzar, para que no vuelva a ocurrir, para forjar una sociedad sobre el ánimo de quienes luchan contra el fuego y quieren a su tierra y a sus paisanos, no sobre la maldad de quienes sólo cuidan de sus intereses mezquinos y todo lo fían a ese ancestral clientelismo que hay que seguir sacudiéndose.

P21 | Nunca máis contra el fuego
P21 | Arde Galicia