Ilustración: elmundo.es
Plutón ya no es un planeta. Ha sido degradado a planeta enano por los astrónomos. El rediseño del Sistema Solar nos deja con ocho planetas clásicos alrededor del Sol.
Plutón, el último, el más alejado, el objeto de las tinieblas ya no es lo que era. Llevaba el nombre del dios tenebroso y allá va, degradado a enano.
El Sistema Solar pierde la magia del 9, múltiplo de la sagrada trinidad, revés del 6. Sin Plutón, menos cábalas. El cielo es más científico, menos mágico.
Desde 1930 el cielo era más rico. Los astronomos podían haber elevado a 12 planetas nuestro sistema, pero la economía de la saturación no ha llegado a la astronomía, ciencia exigente.
La magia y la riqueza una vez disfrutadas no se pueden perder del todo. Añorarlas es melancolía, así que los astrónomos han aprobado a última hora una nueva clasificación, la 5b. Los planetas son ahora clásicos o enanos. Los vigilantes del cielo saben marketing.
Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son planetas clásicos porque están alrededor del Sol, son redondeados, tienen gravedad y órbita propia y despejada.
Plutón es un planeta enano. A diferencia de los gigantes clásicos no ha despejado su extraña órbita de otros cuerpos y tampoco es un satélite.
El resto de los objetos orbitales del sistema solar son simples cuerpos celestes.
Adiós, lejano enano.