Que Malén Aznarez, Defensora del Lector de El País, abordara en su artículo dominical la quejosa carta abierta del crítico literario Ignacio Echeverría al director adjunto Lluis Bassets denunciando censura en el periódico no podía ser cierto.
La carta del crítico no fue publicada por el diario ni por ningún periódico impreso. Sólo algunos medios digitales y bitácoras difundieron el jueves pasado la queja de uno de los críticos más respetados y temidos.
El crítico acusaba al diario y al suplemento Babelia de censura por dejar de publicar sus piezas tras una crítica negativa de la última novela de Bernardo Atxaga, autor de la casa y publicado por Alfaguara.
Arcadi Espada reseñaba a Malén Aznarez en su post de hoy y reproducía las respuestas de Lluís Bassets.
El problema es que el artículo de la Defensora no existe. Ha desaparecido. En las páginas en papel de El País se puede leer otro artículo de la Defensora titulado Memoria y publicidad, que es el que se puede leer en la edición digital.
Ni rastro de la carta de Echeverría ni de las respuestas de Bassets. ¿De dónde sacó Espada el artículo?
Dada su fobia por el periodismo narrativo y las invenciones periodísticas no cabe pensar que todo el post de Arcadi es la ficción de lo que podría haber sido y no es.
¿Habrán decidido en El País cambiar el artículo de la Defensora?
Es una pena, porque las desaparecidas respuestas de Bassets a Echeverría incidían en que la censura no existe porque la crítica se publicó. No publicar la siguiente que Echeverría envió es un derecho del diario.
Pero no cabe duda de que El País es un monstruo cultural en el que los intereses corporativos condicionan en gran medida la información, sobre todo en las áreas de libros, música, cine, televisión y medios.
Una buena norma que ayudaría a todos, diario y lectores, sería que en las informaciones se aclarase siempre que la obra, producto o acontecimiento reseñada es propiedad de Prisa o cualquiera de sus empresas.
Escolar.net: Arcadi y la guerra de los mundos
Arcadi Espada
P21 | Crisis literaria en El País
P21 | El País 10.000
P21 | Defensores y castigadores/as del lector