Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Monday, October 15, 2012
Pistolas calientes
“La felicidad es un arma caliente”. La frase les costó a los Beatles la censura de la BBC, pero no por la violencia de los disparos, sino por su carga sexual. En las joyas del cine negro lo dicen siempre: no lleves pistola, la acabarás usando (y se volverá en tu contra, advierten). A los responsables de Bestiari il•lustrat, el programa del Canal 33 de la Televisión de Cataluña, los tiros críticos contra las imágenes del Rey Juan Carlos, el ex presidente del Palau de la Musica Fèlix Millet, acusado por desvío de fondos del Palau de la Música, y el polemista de El Mundo Salvador Sostres les han dejado tiesos y a su directora le ha costado el puesto. Bang, bang.
No está la calle para tiros con la Cataluña soberanista y una sociedad dividida y convulsa con la crisis económica y política. Las balas, si son simbólicas y críticas, no matan, pero necesitan precisión y medida: amartilla un arma y la víctima siempre será la inteligencia.
En los bestiarios actuales las imágenes y las palabras son peligrosas. Nada que ver con las joyas antiguas y medievales donde los monstruos revelaban misterios incomprendidos o servían para satirizar y moralizar sobre lo que nadie podía criticar abiertamente.
La televisión pública y el gobierno catalán se han apresurado a condenar el programa entre una oleada de críticas porque “atenta contra los principios éticos y democráticos” por su alusión a la violencia. Pero en las redes sociales y en el propio Facebook del Bestiari se denuncia la censura.
Andan los nervios a flor de piel en esta España crispada. Un país rasgado donde las alusiones a la violencia sobran y hacen resurgir temores que cuesta alejar. La felicidad nunca está en las armas. La razón, tampoco. La crítica y la provocación deben ser inteligentes y responsables. Sobran justicieros de cañón humeante. Lo peor de quien pega los tiros es la superioridad con la que aprieta el gatillo. Pero en la condena también falta ese buen sentido de la BBC para apuntar a la verdadera intención de los disparos.
Columna en los diarios de Vocento