¿Necesita el Gobierno un responsable para la sociedad de la información? Todo parece indicar que sí. Internet, la tecnología y los contenidos y servicios digitales son ya básicos en la vida económica y social de los ciudadanos. Las competencias están difuminadas en áreas que necesitan impulso político y legislativo. El Gobierno ha perdido liderazgo tecnológico con una ciberciudadanía preocupada por la ley Sinde, las amenazas a la neutralidad de la red o el desarrollo de la economía digital, tantas veces reducida a puro consumismo. Pero también por la ausencia de un gobierno abierto más allá de la eAdministración, más impulso a la innovación o la promoción de los nuevos derechos y la ciudadanía digital.
De la oposición no hay noticias. La sociedad de la información y las nuevas tecnologías no impregnan la política cuando preocupan a los ciudadanos y son gran parte de la vida cotidiana.
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