36,4 millones de tuiteos durante los Oscars. Una respuesta enorme al gran espectáculo del cine desde que James Franco abrió la gala presentando su iPhone con sus tuiteos y vídeos en directo al público.
Y se animó más cuando el hashtag #oscars apareció en pantalla (como se ve en el gráfico). La tele volvió a tirar de la participación en las redes. Parece dudoso que ese empuje se haya dado al revés.
Los Oscars tenían toda la atención de las redes sociales, aplicaciones de pago para iPad y iPhone donde ver las bambalinas, perfil en Twitter, página en Facebook y toda la atención de la televisión de todo el mundo.
Pero pierden audiencia: 37,6 millones de norteamericanos, cuatro millones menos que el año pasado y un 35% menos que en su récord de 1998, cuando el triunfo de Titanic fue visto por 57 millones de telespectadores.
¿Se ha ido la audiencia a otros medios?
Los Oscars han perdido el 12% de los espectadores entre 12 y 49 años. Menos que la caída del 21% de taquilla de las películas.
Los tuiteos de los Oscars fueron inferiores a los de la Super Bowl, 38,5 millones. A pesar de que la conversación del sofá se evade a las redes sociales, la pasión por comentar no ha mejorado la expectación por una gala que ha gustado poco a los críticos.