Wednesday, January 23, 2008

Las políticas de la moda


Cuando se mezcla moda y política la cosa siempre acaba mal. La pura imagen acaba con el fondo. No es bueno para la política. Tampoco para la moda. Pero es bueno para las tiradas, la audiencia y el consumo sentimental y acrítico.
Hillary Clinton dijo que no a Vogue. Se resistió más que las ministras de Zapatero. Pero está en Harper's Bazar. Barack Obama, también.
Pero, ¿no hay algo raro?
Las fotos son falsas. Puro corta y pega. Cogemos a la modelo y la ponemos en la escena. Gran foto. Todos contentos. Y esa apóstol del nuevo periodismo con mimbres tramposos llamada Arianna Huffington redacta un texto donde da doctrina y hace filosofía barata sin acordarse de mencionar que las fotos son falsas, falsísimas.
Así es la moda. Así corre riesgo de ser la política cuando se hace emocional. Atentos.