"Mesas redondas que tratarán, a puerta cerrada, diversos aspectos relativos a la sociedad digital y a las tecnologías de la información y las comunicaciones, a su desarrollo y a su incorporación a la vida económica y social, con el fin de realizar propuestas de futuro".
El Partido Popular busca ideas sobre la sociedad de la información en un encuentro titulado Diálogo Digital Popular con políticos y responsables del sector de la tecnología y las telecomunicaciones.
Responsables de la industria y la política reunidos "a puerta cerrada" en 20 mesas donde, eso sí, se ha dejado un lugar comentarios.
No se sabe de qué, porque por ahora ni hay contenido, ni propuestas, ni información sobre los participantes. Sólo el título de cada mesa y su presidente.
Pero los responsables de la iniciativa le llaman 2.0. El abogado Javier Cremades dice que "se ha querido hacer de una manera abierta, con un gran componente 2.0, participativo".
La marca y listo. El lenguaje hace la cosa. Puro marketing. Porque participación, lo que se dice participación, poco.
Está bien que los dirigentes del PP se reúnan con expertos y responsables de cualquier campo para afinar ideas. Pero 19 mesas simultáneas, sin propuestas ni trabajo previo, y donde por ahora sólo se sabe quién es el presidente, y no el resto de los miembros, parecen más un sarao entre el lobby y el paripé para la galería que un encuentro serio. Y, menos, participativo.
En la propuesta electoral del PP (pdf) publicada hasta el momento sólo se recoge la creación de una Agencia Estatal de la Propiedad Intelectual (gestión del canon y los derechos de autor), ya anunciada por Rajoy; la puesta en marcha de un plan nacional para el despliegue de la sociedad de la información que recuerda mucho al Plan Avanza, y "un fuerte despliegue de redes de nueva generación junto a la iniciativa privada", también muy.
Si el PP quiere ser un referente político en la sociedad de la información y cumplir su ambigua propuesta contra el canon, le hacen falta ideas.
La democracia de Mariano Rajoy sigue siendo sorda. Por mucho que la adjetiven popular o 2.0.