Thursday, January 31, 2008

PSOE 2.0, el PP, mucho menos

Para el PSOE internet es sobre todo un espacio para las personas a pesar de haber aprobado el canon digital, que tanto daño le está haciendo en esta campaña. El Partido Popular está muy preocupado por unificar los criterios de las diferentes administraciones públicas para extender los servicios de banda ancha y telefonía móvil.
Son las conclusiones del debate entre David Cierco, secretario de Estado de la Sociedad de la Información, y José Ignacio Echániz, secretario ejecutivo de Nuevas Tecnologías del PP, sobre las políticas de los dos grandes partidos para fomentar la sociedad de la información y la tecnología celebrado esta noche.
Pero la audiencia echó de menos propuestas concretas.
España ha perdido desarrollo y competitividad en estos cuatro años para el diputado popular Echániz. El secretario de Estado Cierco puso un número en la cabeza de todos: un país de 20 millones de internautas con una cobertura de banda ancha del 96% de la población.
Echániz pidió banda ancha como servicio universal y recordó que su grupo impuso ese criterio en la Ley de Impulso a la Sociedad de la Información.
Poco más.
Echániz perdió demasiado tiempo acusando al gobierno socialista de los más típicos reproches de estos años. España, también la digital, se rompe. Las autonomías y ayuntamientos no siguen criterios nacionales y únicos. Hemos perdido competitividad, desarrollo y se ha perdido mucho tiempo con el "tancredismo económico".
Para Cierco el Plan Avanza ha supuesto un cambio radical en las políticas de internet en España. Poca autocrítica y un mensaje: "creemos en la Red como un espacio de personas y queremos poner a las personas en el centro de nuestro mensaje". Y recordó que internet es un importante "espacio de opinión".
El mensaje del secretario de Estado caló entre un público muy 2.0.
Las críticas del portavoz popular se estrellaban contra el recuerdo de los fiascos del Plan Info XXI y sus epílogos.
Echániz defendió un Ministerio de Ciencia y Tecnología para incentivar la innovación, pero no pudo defender en exceso los éxitos del pasado.
Sobró pasado. A un lado y al otro.
Faltó concreción y proyectos de futuro.
Echániz repitió el argumento del PP contra el canon. Eso sí, ni justificó su olvido de tres años para oponerse ni supo proponer un sistema alternativo. De la necesidad de apostar por las redes de alta velocidad, tampoco comentó las recientes decisiones de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). Le llegó con criticar su traslado a Barcelona.
Cierco defendió el canon a regañadientes. Él, que ha estado desde el principio dando la lucha desde Industria contra los criterios del Ministerio de Cultura, no es el más adecuado para eso. Defendió el mercado único europeo para los contenidos digitales e insistió sin tregua en el salto del 80 al 96% de la cobertura en banda ancha que se logrado en esta legislatura.
Le faltó rival. A José Ignacio Echániz no se le vio ducho en las políticas de la sociedad de la información. Incluso defendió el modelo norteamericano de copyright, que condena la copia privada. Su desliz fue una bendición para Cierco y levantó murmullos en una sala llena de público atento y conocedor de lo que allí casi no se habló.
Queríamos concreción, políticas de extensión e implantación de las redes de alta velocidad, desarrollo de nuevos modelos de negocio digital y el apoyo a la nueva cultura y a los nuevos negocios de las administraciones, liberalización y nuevos operadores, criterios sobre la ciudadanía digital, etc.
Pero la política general ganó a las políticas de internet.
Y Cierco, crecido, acabó presumiendo de su presencia en las redes sociales y su personalidad de ciudadano 2.0. Echániz, silencio.