Tiene dos opciones: Batasuna o el PSOE.
El soberanismo ha ganado, el tripartito pierde y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero consigue el objetivo anunciado: convertir al PSOE en pieza clave para devolver al PNV a la senda legal.
Zapatero ya ha ofrecido un nuevo estatuto, a imitación del catalán, negociado y discutido legalmente, sin atajos.
Ibarretxe sólo podría pactar con Batasuna en ausencia de violencia, como él mismo ha prometido. No sería sorprendente un paso así de ETA, que vive asfixiada por la presión policial y con cada vez menos apoyos internacionales.
Pero los nueve escaños son legalmente del Partido Comunista de las Tierras Vascas, no de Batasuna. Amparados en esa falta de relación directa que les ha permitido presentarse a las elecciones pueden tender también la mano al lehendakari. E Ibarretxe la podría aceptar, ya que no está probado legalmente que pertenezcan al entorno etarra.
[En el blog de Ibarretxe ya lanzan un guiño a los batasunos]
Zapatero puede mover ficha y pactar con el PNV un nuevo estatuto. El secretario de Organización, José Blanco, y el candidato Patxi López han insistido: "El cambio ha llegado a la política vasca".
Es imposible que el PSOE pacte en Euskadi con el PP. Blanco ya ha recordado que el PP ha basado su campaña en atacar a los socialistas, su único argumento, ha dicho.
PNV y PSOE pueden reeditar el gobierno de coalición, sumar fortaleza en el Congreso nacional para el ejecutivo socialista y entrar en una fase de colaboración y nuevo proyecto estatutario como la que se mantiene con Esquerra en Cataluña.
A partir de mañana, la solución.
Ibarretxe y Zapatero están ante una decisión histórica.
[Actualización: Este artículo de Alberto Surio en Diario Vasco y este otro de Daniel Innerarity son dos de los mejores análisis que hoy pueden leerse en la prensa]
P21 | Euskadi: la hora de Ibarretxe y Zapatero
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