Twitter olvida sus devaneos sobre si es una red social, una herramienta de microblogging, un avión o Superman. Twitter cambia su home y su filosofía para abrazar sin complejos el flujo social: la corriente continua de información y contenidos compartidos por los usuarios en tiempo real.
La nueva home de Twitter se hace más dinámica, acorde con la realidad del servicio, muestra más usuarios y de qué se está hablando.
Si ayer comentábamos la incorporación en The Guardian de los comentarios de los usuarios, hoy se estrena la nueva cara de Twitter, que responde más a su uso real.
"Twitter ya no es más para el estado. Es una red donde la información se intercambia y se consume con la velocidad de eun clip cada segundo del día". Es la explicación del flujo social con la que explican los cambios en su blog.
No es, por tanto, sólo un cambio de diseño, sino el descubrimiento y el intento de explotar un concepto que, como tantas veces, surge y se hace patente con el descubrimiento de cómo utiliza la gente los nuevos servicios digitales. Un clásico de la apropiación de la tecnología por el público.
Con este cambio aparece también la búsqueda de mayor retención de los usuarios, más gancho para atraer a otros: especialmente con los famosos, el efecto alfombra roja que tan bien le ha funcionado, y la explotación de su poder de redistribución viral de las noticias y los contenidos de entretenimiento.
Esta última vuelta de tuerca de Twitter también esconde una necesidad de desarrollar un modelo de negocio más basado en sus fortalezas de compartir y redistribuir contenidos que en la exposición a sus páginas.
Y, por último, es un curioso ejemplo de modernización reflexiva, un nuevo medio que se piensa y se descubre a sí mismo.