La industria del videojuego en España facturó 1200 millones de euros en 2009, una caída del 16% respecto al año anterior que la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (Adese) achaca a la crisis y a las descargas.
Por eso respaldan la policía de internet de la Ley de Economía Sostenible a pesar de los informes en contra de los órganos consultivos del Estado.
La lucha contra las piratería vuelve a cegar a una industria que no existiría sin el consumidor digital. De 327 investigaciones impulsadas por la Adese en 2009, sólo 43 acabaron con sentencia a su favor, la gran mayoría contra copias ilegales en tiendas de informática (12) y contra los manteros (19).
Sólo existió una sentencia en contra de los juegos compartidos por P2P.
A pesar de su caída, los videojuegos se confirman como el primer producto de entretenimiento digital, por delante de la música y el cine cuando se suman las ventas de hardware y software.
Sólo en juegos se han gastado 638 millones de euros en más de 18 millones de unidades para un mercado de 10,4 millones de personas, el 22,5% de la población.
Cifras que permiten situar a España como un mercado de videojuegos mayor que el de otros países con más población como Italia y sólo por detrás en Europa de Reino Unido, Francia y Alemania.
En cuanto a las plataformas, las preferidas son la PS3 y Wii.
Otra de las características de este mercado es la pluralidad de jugadores y gustos, que produce un mercado de larga cola en el que el 60% del mercado se reparte entre muchos títulos, mientras el top 20 de los juegos no supera el 18% de las ventas. Eso sí, los juegos tradicionales se imponen con más de un 73% de las ventas frente un 20% de los sociales y de simulación. La acción gana en las tramas con el 35% de los videojuegos vendidos, seguido de los deportivos, con un 22,5%.
La crisis publicitaria también ha impactado en esta industria y ha rebajado en un 24% un mercado creciente, para dejarlo en 180 millones de euros.