El V Congreso Internacional de la Lengua Española se hace virtual tras la tragedia del terremoto en Chile, donde se iba a celebrar en Valparaíso. Una magnífica decisión que puede abrir una nueva era para este tipo de eventos y para un mejor aprovechamiento, más sostenible, con más accesibilidad para expertos y público, e incluso con posibilidades de hacerse mucho más participativo, abierto e interesante, además convertirse en permanente.
Lo pensé al conocer las noticias del seísmo y hasta hubo quien me recriminó. Pero el paso dado por los organizadores puede ser importante para repensar este tipo de eventos y promover la enseñanza, discusión, presencia y estudio on line de las lenguas y la literatura.
¿Para qué esperar a un congreso presencial cuando todo puede estar en internet?
Tanto el Instituto Cervantes como la Real Academia Española tienen experiencia en internet.
Quizá sea el momento de plantearse si todo ese dinero, esfuerzos, recursos, invitados, protocolo, etc. invertido en estos magnos eventos no sería mejor aprovechado en la promoción de la lengua en internet, la construcción de herramientas abiertas y gratuitas de enseñanza, discusión, intercambio académico, audiovisuales, documentación, wikis colaborativos, redes de expertos e interesados, etc. más allá y para reforzar iniciativas como el Centro Virtual Cervantes.
Y hacerlo de forma que todos sus contenidos promovidos y subvencionados con dinero público reviertan directamente a los ciudadanos, gratis y abiertos para su uso. Porque la lengua es un gran ejemplo de procomún, un bien de todos.
Ojalá la tragedia del terremoto en Chile y la experiencia de este Congreso Virtual de la Lengua sirvan para estimular y hacer repensar una nueva forma de aumentar la capitalización, el valor y difusión de la lengua española en el mundo y en internet.
Porque la lengua está viva, y no se desarrolla sólo con congresos y comunicaciones, sino también promoviendo y ayudando a la expansión de los contenidos de calidad.