Wednesday, November 15, 2006

Los partidos se convierten en redes sociales

Primero fueron los norteamericanos, de los que ya parecen lejanos los días de Howard Dean y Joe Trippi, hasta las elecciones de la resurección demócrata, socializadas como ya no se recordaba gracias al ciberespacio y la Red social.
La Segosphere cubre Francia con sus blogs, sus vídeos y su propio menéame, los segoenlaces o segoliens.

Mensaje de Segolene Royal a los blogueros


En Gran Bretaña, la ofensiva conservadora en internet impulsada por David Cameron llevó a todo el partido a escuchar el mensaje de Google y a lanzarse a la videopolítica viral y a la blogosfera.
Los partidos han oído la conversación y reaccionan.

La era de los blogs sólo electorales se acaba, algunos ven la ciberpolítica todavía sólo como marketing y propaganda, pero unos cuantos ya se dan cuenta del poder de la Política 3.0, el sistema operativo de la globalización y una democracia más directa y participativa.
El último ejemplo en España lo tenemos en las elecciones catalanas, donde la ciberdemocracia trituró y deglutió la campaña en la blogosfera y ayudó a colar a Ciutadans en el Parlament con un mestizaje entre uso experto de las tribunas mediáticas tradicionales y movilización en internet.
Tony Blair, político antes ágil y ahora ralentizado, despierta y promete que los laboristan oirán. El grito aconsejado por Howard Dean se empieza a escuchar en el partido, pero todavía tímido como ese Vamos a hablar (Let´s Talk) de formularios.
No. Quizá los laboristas comienzan a escuchar, pero no dialogan todavía. La democracia digital cantada en The Guardian todavía no amanece.
Los nuevos conservadores son más innovadores. George Osborne, el hombre fuerte del gabinete en la sombra de Cameron, admonizó a sus seguidores con la teoría canónica de la influencia de internet y la web 2.0 en la política.
Googlezación, creación de redes sociales y sabiduría colectiva o conocimiento distribuido son los ejes del tecnoprograma tory.

David Cameron y la nueva dirección participativa


Para la política 3.0 no llega con estar ni con escuchar. Hay que vivir, discutir y cambiar con la Red.
Los partidos comienzan a hacerlo.
La política vuelve a los ciudadanos. En mi opinión el problema (que andan estos días reflexionando Juan Freire y José Luis Orihuela) no está en el comportamiento particular de cada uno, político o partido, militante o ciudadano, sino en si la nueva política es moderna (de principios ilustrados y racionales, habermasiana) o posmoderna (un simulacro donde la propia representación del mundo cambia con su imagen, Rorty, Baudrillard, etc.)
¿El fin de la ciudadanía, como temía ABC hace unos días, o una nueva ciudadanía líquida (Bauman, Turkle) y reflexiva (Beck)?
Seguimos en ello, pero la apertura a la red social y a la participación activa abre esperanzas sobre la política 3.0

Actualización: wiki con esta conversación como base para la mesa redonda de política en Evento Blog

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