Wednesday, November 22, 2006

El federalismo periodístico de Javier Moreno

El director de El País, Javier Moreno, se estrena como impulsor de nuevos proyectos y escritor de tribunas programáticas (corríjaseme si recuerdo mal) con Nación, diálogo y (buenos) periódicos, un artículo en el que la respuesta al tercer enunciado te la puedes imaginar.
Las dos primeras son otra cosa y marcan un cambio de posición editorial en El País que ya se venía anunciando y percibiendo (cuentan que en Moncloa andan despistados y muy preocupados).
El director de El País es muy crítico con la gestión territorial de José Luis Rodríguez Zapatero.
"La pésima gestión que del proceso de reordenación territorial necesario para construir la España del siglo XXI ha hecho el presidente Rodríguez Zapatero ha proporcionado (...) pólvora de sobra a los modernos trabucos que (...) tratan de evitar, una vez más, la modernización del país, al tiempo que organizan de forma efectiva la resistencia frente a todo cambio".
Y apuesta expresamente por el federalismo de la España plural:
"En Europa, la solución se ha llamado federalismo, y no hay nada en la genética de los españoles que excluya ex ante esa posibilidad entre nosotros".
Un vivir como si España no existiera para crear un nuevo nacionalismo cívico español y europeo, como ya había adelantado Suso de Toro.
El problema no es la definición de España, sino
"cómo articular un modelo de Estado, un sistema fiscal, un reparto de poderes y un equilibrio territorial que permita a sus casi 45 millones de ciudadanos el libre ejercicio de sus derechos y responsabilidades, avanzar en la integración europea y afrontar la globalización".
Menos nacionalismo, más ciudadanía, mejor democracia, tan necesarias. Pero demasiado apegadas al poder territorial en la visión de Moreno, poco globalizadora en este sentido.
Pasqual Maragall, gobernante mediocre pero gran gestor de ideas, lo adelantaba hace unos días en este periódico: "Europa es ya nuestra nueva patria grande".
Las chicas son la de cada uno. Maragall concluye que Cataluña ya es porque se ve a sí misma, mientras España está por repensar.
Y por esa senda deambula Javier Moreno para atizar a la derecha montaraz, sordomuda al diálogo y amante de la política del miedo, y a los medios "flautistas del apocalipsis cotidiano".
Amén.
Para el nuevo director de El País un periódico ya no es la nación hablándose a sí misma de Arthur Miller, sino
"una mirada sobre el mundo, sobre España compartida con sus lectores; una cierta idea de la modernidad a la que aspiran legítimamente sus ciudadanos; un proyecto consensuado de futuro".
Las buenas intenciones siempre son bienvenidas y la apelación al buen periodismo,
"afectado de una lista de males que no se antoja corta: manipulación de la información, insultos, mentiras, amarillismo e intromisión en la intimidad"
nunca está de más. Es justo y necesario...
El director no se ha dejado ni uno de los grandes temas de la corrección política en su propuesta. De otros importantes como la economía de la globalización, la sociedad de la información o las nuevas fronteras de la vida y la biología no se sabe en el contrato.
De la nación, sí.
¿Estará realmente superada?
Quizá poder territorial, información y negocio de los medios son un trasunto de la nueva trinidad: nación, mercado e información. Elementos de la modernidad reflexiva.
Javier Moreno se pronuncia para saludar el lanzamiento de la edición gallega de El País y renovar su contrato con los lectores -pasados unos meses tras su nombramiento- aprovechando la ocasión (estreno que, como siempre en el periodismo institucional y más obligado por federalismo, supongo, está bendecido con una entrevista al presidente de la autonomía).
Toca a los lectores de El País analizar el nuevo contrato, pero mientras, ante tal redefinición de lo nacional y la pluralidad, que vayan actualizando los principios editoriales recogidos en su libro de estilo para precisar algunos conceptos según la nueva propuesta:
1.1. EL PAÍS se define estatutariamente como un periódico independiente, nacional, de información general, con una clara vocación de europeo, defensor de la democracia pluralista según los principios liberales y sociales, y que se compromete a guardar el orden democrático y legal establecido en la Constitución.

P21 | Polanco desvela al heredero
P21 | El País renace para Galicia