Monday, October 10, 2005

Superreportera gubernamental

En InformativosTelecinco.com y en El Mundo se maravillan de la reportera María Teresa Fernández de la Vega, una vicepresidenta del gobierno enviada especial a Ceuta y Melilla para El País de ayer domingo.
Y no es para menos. Que la segunda autoridad del ejecutivo escriba sus impresiones de un viaje oficial para un medio privado es lo nunca visto.
A veces este gobierno da la impresión de estar tan ensimismado en su universo que pierde la cabeza y confunde información con propaganda, y la comunicación pública con el mayor grupo de comunicación privado de España.
Los favoritismos del gobierno con los medios de Prisa son ya un clásico en la profesión a pesar de unos inicios llenos de promesas. Primero con el fichaje de varios de sus profesionales para los departamentos de comunicación, luego con las prisas para autorizar la emisión en abierto de Canal Plus, la nueva Cuatro, y durante mucho tiempo con las exclusivas de los grandes temas de los consejos de ministros con anterioridad suficiente para explotarlas.
Pero ahora que Miguel Barroso ya no está, muchos pensaban que la estrategia aflojaría.
La vicepresidenta reportera despeja temores. Ideas sobre el problema de la inmigración, nada; autocrítica sobre el sangrante desastre humano y diplomático, ninguna.
Barroso ha explicado a menudo que cuando el PSOE llegó al poder el presidente le encargó que la comunicación del gobierno fuera todo lo contrario a la confusión política/medios y a la manipulación de la era Aznar.
El talante cambiaría todo. El problema es que entre los socialistas y el universo Prisa hay tal empatía, tal consanguineidad desde hace tanto tiempo que la realidad no existe fuera de los textos y las ondas comunes.
Un éxito para Jesús Polanco y Juan Luis Cebrián. Un desastre para la pluralidad democrática.