Thursday, October 27, 2005

Televisión en el interés de los accionistas

El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha tenido mucha prisa para convertir el Canal Plus de pago en la televisión en abierto Cuatro. Y para hacerlo sin echarse encima la oposición inmisericorde del resto de las privadas pacta con ellas y anuncia la reducción de la emisión de publicidad en Televisión Española, una de las recomendaciones del informe del Comité de Sabios apoyada por quienes creemos que la televisión pública debe intervernir menos en el mercado y el servicio público debe ser pagado de forma lo más directa y transparente posible por los contribuyentes.
La directora de Radio Televisión Española, Carmen Caffarel, ha puesto el grito en el cielo con toda razón, porque la medida "supone trasladar al ciudadano más costes y restringir el servicio público para aumentar los beneficios de las televisiones privadas".
Caffarel se queja de que "'las privadas ya no tienen ningún pudor en reclamar la totalidad de la tarta publicitaria; es evidente que cuando intentan reducir los ingresos publicitarios y, sobre todo, en el 'prime time' (máxima audiencia) lo que desean es reducir la fortaleza del servicio público".
Antes de reducir la publicidad en la televisión pública hay que tener un plan de reestructuración y una explicación clara de cómo se van a financiar los más de 7.000 millones de deuda.
El pacto se hace cuando Antena 3 duplica sus beneficios, Telecinco los aumenta un 52% y Sogecable (Prisa) declara 5,7 millones de euros de ganancias de enero a septiembre.
José Luis Rodríguez Zapatero vuelve a emplear el talante para quedar bien con todo el mundo. Polanco tendrá su televisión en abierto, las privadas se callan y guardan sus anunciados recursos porque se les entrega más tarta publicitaria en un año en el que vuelve a subir la inversión publicitaria en televisión, lo que permite a las cadenas generalistas facturar casi un 11% más.
El ciudadano pagará con sus impuestos lo que pierda TVE y se envenena todavía más la difícil negociación para conseguir una buena e inapelable reestructuración de la cadena pública.
Socialismo de capitalistas. Ellos ganan, pagan trabajadores y contribuyentes, el talante está a salvo.