Regreso al pasado para los aficionados. El fútbol televisado vuelve a donde estaba en 2006, cuando Mediapro comenzó a comprar derechos de los clubes de fútbol. Deja a Prisa en la peor situación de su historia, con una deuda de más de 5.000 millones de euros, y a la compañía de Roures y Benet con la necesidad de hacer caja rápidamente para no caer en una situación parecida tras la enorme inversión realizada para arrebatar los derechos de los clubes a Prisa.
Pero además las dos compañías aprovechan el cambio legislativo realizado por el Gobierno en febrero para permitir la fusión entre cadenas. Cuatro y La Sexta se dan un mes para estudiar su fusión en un acuerdo que algunas fuentes indican que podría abarcar más allá de la televisión y unir actividades en otras áreas y medios. Más concentración, menos pluralidad en televisión en abierto, la promesa de la reforma de 2005 que permitió nacer a ambas cadenas.
Fin de la fiesta del fútbol en abierto, como ya anunció Jaume Roures hace poco. Los aficionados estaban encantados, pero la economía de las televisiones no lo permite. Baja la audiencia y sobre todo los ingresos del fútbol de pago. En los dos últimos trimestres de 2008, el arranque de la temporada de Liga, se contrataron 3,92 millones de encuentros en pago por visión frente a 5,67 millones la temporada anterior, con una fuerte caída de los ingresos, según datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). La paz del fútbol se sella para recuperar esa tarta cuando la crisis estrangula los beneficios por publicidad de las cadenas.
Las audiencias de La Sexta (5,5% a fin de 2008) y Cuatro (8,6%) están lejos del límite del 27% fijado por el Gobierno para las fusiones. Sogecable y La Sexta unidas acapararían el 20% de la publicidad de televisión (algo más de 500 millones de euros), todavía muy por debajo del 30% de Telecinco o el 26% de Antena 3. Pero concentrarían el mercado de la televisión de pago al defender la posición líder de Digital Plus: 74,6% de los ingresos y el 50,6% de los abonados. Una hegemonía amenazada por la TDT de pago y el empuje de la televisión IP, liderada por Telefónica.
La CMT estima que en 2023 habrá 8,3 abonados a la televisión de pago, algo más del doble de los actuales. 2,3 millones se los disputarán la televisión por satélite y la TDT de pago, las que menos servicios interactivos pueden ofrecer, mientras el cable y la televisión por internet acapararían el resto con ofertas de servicios de alto valor añadido a través de banda ancha.
Mediapro necesita rentabilizar el fútbol cuanto antes por todos los medios de pago. Por eso se vuelve a un solo partido en abierto, y el resto se comercializarán en pago por visión en todas las plataformas posibles, además del partido de los domingos del Plus.
La Sexta y Cuatro son las dos televisiones más beneficiadas por la retirada de la publicidad de RTVE decidida por el Gobierno de Zapatero. Son las que menos saturación publicitaria tienen y por tanto las que más publicidad pueden absorber con precios más altos. Son además las cadenas en abierto con un perfil de audiencia más similar mientras Antena 3 y Telecinco compiten con RTVE por un público más familiar.
Mediapro abrió una guerra del fútbol con la que consiguió entrar primero en el accionariado de Audiovisual Sport, la empresa que gestionaba los derechos del fútbol televisado. Rompió su monopolio, se enfrentó con Prisa en los tribunales y ahora las dos vuelven a necesitarse para no acabar con un negocio imprescindible para ambas.
Análisis en Soitu.es