Pocos aparatos y servicios tan apreciados como el móvil, convertido por muchos usuarios en un símbolo de su identidad. Pero el precio sigue siendo lo primero, y más en estos tiempos de crisis. Ni televisión en el móvil, ni música, ni los cada vez más comunes servicios de geolocalización tienen la atracción prevista. El precio y los servicios más sencillos, como el imbatible SMS, siguen siendo fundamentales en la elección de los usuarios de móvil.
Pero una nueva brecha se abre en el mercado, los usuarios de smartphones, los teléfonos inteligentes con amplias funcionalidades multimedia, especialmente los usuarios de iPhone, utilizan más servicios, se conectan más a internet y compran más contenidos. Los anima un acceso fácil e inmediato a través de aplicaciones que convierten el teléfono en un miniordenador de bolsillo conectado a los servicios preferidos, encabezados por los juegos.
Los últimos datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones confirman que el precio es lo que más importa. Los usuarios se lanzan a las ofertas de portabilidad con el ojo más puesto en el precio que en los servicios y contenidos ofrecidos por las operadoras. Lo mismo con los fijos y la banda ancha. No es de extrañar si tenemos en cuenta que las tarifas son más caras que en el resto de Europa.
La importancia del precio frena el uso de nuevos servicios de móvil como internet, música o televisión. Sólo uno de cada seis usuarios descarga música (tonos aparte), un mísero 3% utiliza los servicios de geolocalización y en España sólo el 6% de los usuarios ve televisión en el móvil, según el estudio más reciente.
Podría ser el momento de la telefonía IP y los servicios gratuitos, aplicaciones como Skype que algunos fabricantes comienzan a incorporar a sus teléfonos. Pero las operadoras se resisten para mantener sus ingresos y apuestan por aumentar sus contenidos y servicios. A los clientes, por ahora, les seducen más los precios que las promesas de la multimedia portátil.
Columna en los medios de Vocento