Los grandes diarios también son los preferidos en las redes sociales. Si en Estados Unidos, The New York Times supera los tres millones de seguidores y triplica la distancia sobre sus perseguidores. En España, El País casi duplica a El Mundo.
La distancia crece en ambos casos respecto al resto de medios, especialmente frente a la prensa local y regional, a mucha distancia y con el problema añadido de la concentración geográfica de la atención hacia una agenda nacional.
Las redes sociales siguen a los grandes medios, una refutación parcial del mito de la fragmentación. Las redes sociales aumentan el consumo de medios y fuentes para la información, pero los grandes medios siguen marcando la agenda de la mayoría de los usuarios.
Es una prueba más de la conclusión de que los grandes medios son los mayores proveedores de información en las redes sociales, difundida y distribuida por una minoría de usuarios a la mayoría del público. Se mantiene la vigencia de la teoría del doble flujo de comunicación de Paul Lazarsfeld y la influencia de los grandes medios redistribuidos por una élite de usuarios. No sólo llegan directamente a muchos, sino que sus mensajes son redistribuidos por los usuarios más activos y seguidos por otros.
El poder de agenda informativa continúa muy concentrado. Las redes han permitidido llegar a más fuentes y ampliar la atención a otros temas no instalados en la agenda por los grandes medios, pero la influencia y la autoridad continúan tendiendo a la concentración.
En el análisis es importante también la presencia activa de los propios medios. Mientras los medios con más influencia y seguidores han desarrollado una estrategia viral de presencia en las redes sociales muy importante, el resto está presente por lo general con una actividad mucho más baja.
Y lo mismo se puede observar cuando se analiza el seguimiento a los directores de medios, con una importante diferencia entre los directores de los grandes medios nacionales y el resto.
También en esta lista, se puede observar como una presencia más activa multiplica la influencia, como en el caso de la metralleta Pedro J. Ramírez, incorporado hace poco a Twitter pero con una actividad intensísima, próxima al bloqueo del timeline de sus seguidores.