Frenazo en mitad de la autovía. Una escena cada vez más frecuente por la limitación de velocidad a 110 km/h.
El efecto de la medida de ahorro es, al menos, triple: reduce el consumo de combustible, la velocidad media y los accidentes graves en autovías y autopistas disminuyen, pero también aumentan los vehículos equipados con alertas y detectores antirradares.
La tecnología de los navegadores, el aprovechamiento de los datos públicos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT), la colaboración de los propios conductores (crowdsourcing en las autovías) y los GPS abren una nueva brecha digital, esta vez en la carretera: los conductores que corren con detectores para evitar las multas y quienes se conforman con viajar más despacio y ahorrar gasolina y riesgos.
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