Tuesday, February 22, 2011

Kindle vs. iPad y el mercado en España


Amazon insiste: deje el pesado y reflectante iPad. Para leer, Kindle, donde además se compran los libros directamente desde Amazon. El anuncio de la compañía de Jeff Bezos escenifica las grandes dudas del mercado editorial: ¿cómo, con qué aparatos y quién dominará el mercado del ebook? Una duda que mantiene a los editores españoles y agentes literarios renuentes, junto al precio fijo, la renegociación de los derechos de autor y la supervivencia del mercado tradicional.
Con el ebook, el dispositivo importa. No se trata sólo de la lectura, sino del acceso directo a las librerías digitales y la oferta de títulos. Los dueños de las nuevas plataformas imponen su ley y sus condiciones
Amazon rehuye los estándares con su plataforma propietaria y su formato .azw. Apple ofrece a los editores sus más de 160 millones de usuarios con tarjetas de crédito registradas, pero ambos siguen luchando por conseguir contratos con los editores para ampliar su oferta.
Pero además los lectores buscan una experiencia continua de lectura. En su ebook, sus móviles y tabletas o sus ordenadores. Algo que sólo está en manos todavía de gigantes como Amazon.
El ebook es todavía un mercado mínimo en España, alrededor de un 3% de las ventas (casi el 10% en Estados Unidos), con sólo un 5,3% de la población leyendo libros en formato digital. En 2010 se publicaron en todos los soportes digitales algo más de 16.500 títulos frente a los más de 87.000 en soporte tradicional, según los datos provisionales.
Las cifras de la agencia de Carmen Balcells muestran lo irrisorio de las ventas, con Todos los cuentos de García Márquez como líder con 835 unidades vendidas, seguido por Isabel Allende con su perenne La casa de los espíritus y 694 unidades.
El reciente Nobel de Mario Vargas Llosa no llega a 700 ebooks con dos títulos en la clasificación. En total, 5.885 euros por derechos de autor en 2010.
La próxima apertura de Amazon en España y la anunciada ampliación de la oferta en el iBookstore de Apple, unidas al aumento de aplicaciones de libros y lectura de ebooks debería animar un mercado en el que la falta de una plataforma dominante y simplicidad de la oferta, sin que los lectores tengan que elucubrar sobre formatos y qué libros podrán leer en sus ereader, es determinante en un mercado incipiente.
Las cifras de Balcells parecen indicar que la mayoría de los ebooks en español se compran en las grandes librerías digitales norteamericanas. El 63% en Amazon y el 26% en Barnes&Noble. Leer-e, una de las principales librerías digitales españolas, en la que Balcells oferta a sus autores, y donde se comercializan ebooks en formatos pdf, ePub y Mobipocket, sin compatibilidad con iPad, sólo alcanza el 8% de las ventas.
¿Qué pasará cuando llegue Amazon y su integración de tienda y dispositivo? ¿Se volcarán los lectores en la nueva plataforma asociada a Kindle?
Los editores aún tienen mucho que decir. Los lectores digitales buscan un dispositivo barato y eficiente, pero también los libros que desean.
Por ahora sólo el 1,3% de los lectores leen en ereader y tabletas. El iPad está en el 0,8% de los hogares y los lectores digitales en el 1%. Un total de menos de 350.000 dispositivos de lectura a los que hay que sumar los móviles del 6,9% de los lectores que leen en la pantalla del teléfono, según el Barómetro de Lectura 2010.
Sony, el mayor distribuidor europeo de ereaders, no tiene una política de precios tan agresiva como Amazon con Kindle.

El mercado europeo de distribución del ebook es mucho más plural que el norteamericano. Frente al dominio de Amazon en Estados Unidos, donde el 45% de los lectores leen en Kindle (datos de Book Marketing LTD) o de Gran Bretaña, donde Amazon concentra el 75% del mercado de ebooks, en España hay más de 30 librerías digitales, como se puede ver en Libranda.
Defender esa pluralidad de distribuidores, tiendas y editoriales no debería estar reñida con lanzar una oferta competitiva y clara a los consumidores: más atención a los libros y menos a los dispositivos con la adopción de estándares claros para despejar las dudas de los consumidores y facilitar la lectura.
Pero el mercado sigue sin estar claro para los lectores. Ni por oferta de títulos, ni por lectores compatibles, ni por precios.
Quizá el desembarco de una gran empresa como Amazon revele otra oportunidad perdida para el mercado del libro en España.