Sólo el 5,3% de la población lee libros en formato digital, una cifra todavía baja. Los autores y el sector editorial aún tienen tiempo para adaptarse a la digitalización y al mercado del ebook.
Los ereader y las tabletas ganan lectores. Si se compara el último Barómetro de Lectura de 2010 con el primero de ese año, la lectura en el ordenador ha perdido un 1%, a pesar de ser mayoritaria. Los ereaders y tabletas crecen del 0,8 al 1,3% y los móviles pasan del 6,6% al 6,9% de los lectores.
A pesar de la promoción y el impacto mediático, ereaders y tabletas son dispositivos todavía muy minoritarios. Según los últimos datos, el 1,9% de la población tiene ereaders y tabletas, más de un 68% de sus usuarios son lectores.
Una cuota todavía mayor entre los móviles inteligentes, capaces de albergar aplicaciones de lectura. Su penetración entre la población es del 9,4%. Un 73,4% de los usuarios de smartphones son lectores digitales.
El móvil continúa siendo el dispositivo de mayor lectura digital alternativo al ordenador. Pero su uso para la lectura de medios y libros es aún muy baja. Mandan los diarios, con la mitad de los usuarios leyendo prensa digital en el móvil, según datos de The Cocktail Analysis. Pero la lectura de libros todavía es minoritaria: sólo el 3% dicen usar aplicaciones de ebook.
La escasa oferta y la confusión de los lectores a la hora de decidir qué dispositivos elegir limita el crecimiento de la lectura digital, en contraste con cifras como las de Estados Unidos y otros mercados.
Los editores calculan que las ventas de ebook rondan el 3% del negocio en España, mientras en EE UU superan el 15% y Amazon vende más libros digitales en Kindle que de papel: 115 ebooks por cada centenar de volúmenes en rústica y tres veces más que en tapa dura.
Habrá que esperar al lanzamiento de Amazon en España o de las tiendas de las telefónicas o al fomento de la lectura de ebooks en las bibliotecas para analizar el impacto del cambio de la lectura digital.
Entretanto, los diarios siguen siendo los más leídos en formato digital, con un 30,7% de sus lectores. Una caída de la lectura de prensa tanto en papel como en formato digital que aumenta la preocupación por su crisis.