Mi análisis de urgencia para Estrella Digital de los retos de la propiedad intelectual tras el rechazo a la disposición final segunda de la Ley de Economía Sostenible.
La ley antidescargas ha sido rechazada en la Comisión de Economía del Congreso. Un año de enfrentamientos y debates de sordos no ha servido para reformar la Ley de Propiedad Intelectual, adaptarla a las necesidades de una sociedad y una economía digitales que sean sostenibles y aumenten los derechos de todos. La identificación de cultura libre con el todo gratis es una falacia promovida por parte de la industria de contenidos y justificada por usuarios sumidos en un hiperconsumismo desaforado, más allá de la copia privada y sin respeto a los derechos de otros.
La tecnología y el mercado digital requieren otra propiedad intelectual: más libre, participativa, colaborativa, abierta, voluntaria y flexible, como han propuesto los movimientos de software libre y defensa del dominio público, pero también iniciativas de licencias flexibles de derechos de autor como Creative Commons o la española Coloriuris.
La furia de la pelea abierta por el mal cierre de la reforma de la propiedad intelectual en el año 2006 con la instauración del canon digital y reavivada por la disposición antidescargas en la Ley de Economía Sostenible deja a las partes exhaustas. La reforma de los derechos de autor está abierta en todo el mundo y hay muchas ideas que da pena no oír entre la furia. Recuerdo algunas para desbloquear el encono.
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