Les cuesta, pero algunos políticos españoles ya están enredados en la blogosfera | La blogopolítica española todavía no es tan activa como las anglosajonas o la francesa, pero los pioneros comienzan a experimentar
Borja Semper (PP) está descontento con los blogs de Diario Vasco. Se queja de mala ubicación y falta de visibilidad.
Sus adversarios electorales ya no bloguean. Acabó la campaña y la necesidad de llegar a los ciudadanos ya no aprieta.
Los políticos están más pendientes de la gente cuando son electores, ya se sabe. Los candidatos vascos consideraron los blogs una buena herramienta, pero no tanto como para seguir apostando por ella pasados los comicios.
La bitácora del reelegido presidente Juan José Ibarretxe, la que más recordaba la estrategia de Howard Dean en las primarias demócratas americanas, está en silencio desde dos días después de celebradas las elecciones vascas.
A Ibarretxe no le gustan las preguntas de los periodistas, por eso se niega muchas veces a comparecer en rueda de prensa. Las de los internautas, tampoco.
De María San Gil (PP), cuya bitácora electoral escribía Carlos Urquijo, no queda rastro desde unos días antes de las elecciones.
Anxo Quintana (BNG) ya no bloguea. La vicepresidencia de la Xunta no le deja, pero anunció que seguiría aunque poco activo, y algunos le esperan.
Al nuevo presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, la pulsión diarística le duro lo que dura la campaña y su blog electoral se fue con la desaparecida PresidenteTouriño.com, justo ahora que se justifica el nombre.
Continúa escribiendo Carme Adán, la otra bloguera del Bloque, menos enfanganda en obligaciones de cargo público.
Otros políticos gallegos no han seguido su ejemplo. Y eso que la blogosfera gallega se movilizó con pasión para lograr la derrota de Fraga. El ciberespacio gallego creció con la cita electoral.
De blogs en los grandes partidos, poca cosa. Manda la televisión, los principales diarios y una radio hiperpolitizada. En los grandes medios no hay preguntas de los ciudadanos a las que constestar ni se necesitan argumentos. Con unos cuantos eslóganes y una cuidada imagen llega.
¿Transparencia? Es casi lo único imprescindible para un buen blog político, pero la mayoría de nuestros próceres no están dispuestos a asumir semejante riesgo.
En el partido en el poder, el PSOE, hay pocas bitácoras y son personales. Sólo las Juventudes Socialistas de Castilla y León tienen un blog institucional. Las de Vizcaya lo tuvieron en Diario Vasco, pero está inactivo desde mayo.
El diputado autonómico catalán Miquel Iceta tiene un blog bastante seguido, en especial por los periodistas que escudriñan el pensamiento del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y de los más allegados al president Pasqual Maragall. Eso sí, de comentarios, nada. Todo queda entre enterados.
Mataró es una microblogosfera socialista. El teniente alcalde, Ramon Bassas bloguea desde hace más de un año, y el ex alcalde y diputado, Manel Mas, se animó en julio pasado. Quizá ahora que comienza el curso parlamentario saltará a la fama desde los escaños digitales.
Las primarias podrían ser una buena ocasión para experimentar con la influencia política y la capacidad de crear comunidad y fidelidad de los blogs. Pero tras lo descafeinadas que las ha dejado la nueva dirección socialista al limitarlas a los perdedores la cosa no promete.
Entre los catalanes hay también tres blogueros de Esquerra Republicana, cuya web anuncia un Bloc d'Esquerra inexistente.
Miquel Bofill, senador de ERC, está en la blogosfera desde febrero de 2004, antes de llegar al Senado, y desde entonces defiende los intereses de su partido y se mantiene en contacto con su electorado.
Joan Puig, diputado de ERC, y aguerrido asaltante de la piscina de Pedro J. Ramírez volvió de Mallorca con ganas de bloguear sus andanzas y de enfrentarse desde la Red a su segundo año en el Congreso, pero no actualiza mucho su bloc.
Francesc Ferrer es el otro bloguero de Esquerra desde Girona.
En los blogs de Vilaweb se pueden encontrar pequeños partidos y colectivos políticos catalanes, además de varias bitácoras de Convergència i Unió (CiU).
Para acabar con el nacionalismo, en Euskadi escribe Rafael Larreina, parlamentario autonómico de Eusko Alkartasuna.
En el PP, promesas y pocas realidades. Sobre todo las de Nuevas Generaciones, que llevan desde mayo anunciando cuatro blogs que sólo remiten a una página de error. Quizá se conforman con los blogs de Libertad Digital.
Con lo activa y omnipresente que es la blogosfera de derecha en España no parece que haya mucho sitio para sus políticos, a no ser que se arremanguen en serio.
Pero los populares cuentan con Isidro Martínez Oblanca, ex senador asturiano y el primer político español con blog, activo desde 1999 gracias a sus conocimientos informáticos.
Martínez Oblanca fue el impulsor de Comisión Especial sobre Redes Informáticas creada en el Senado en 1998.
Otro pepero con bitácora es José Luis Moreno, concejal de Getafe (Madrid) y uno de los políticos más activos en la blogosfera, con su página y participando en otras conversaciones.
El último en incorporarse ha sido el portavoz de exteriores del Grupo Popular en el Congreso, Gustavo de Arístegui, eso sí, en este caso, para la empresa privada dentro del nuevo proyecto de Periodista Digital.
Los políticos son realistas y buscan el rédito inmediato. El blog y los medios sociales sirven al político si actúan sobre la realidad, si tienen consecuencias más allá de lo virtual. Y eso en un sistema político tan poco cercano y participativo como el espanol es difícil.
Nuestros políticos viven del erario público y de un sistema de partidos centralizado y de listas cerradas. Políticos alejados de los ciudadanos y encerrados en una burocracia jerarquizada.
Sólo se acercan a la gente cuando llega la hora del voto. Después, silencio, televisión (un ejemplo, otro) y prensa subvencionada. En un estado autonómico que garantiza poltronas abundantes no hay revolución en marcha. Y el poder se afianza desde las televisiones públicas y las concedidas a los buscadores de prebendas.
Por eso muchas bitácoras políticas callan tras las elecciones.
Pero en algunos va anidando una nueva actitud, y siguen blogueando. Unos porque han comprendido el poder de los superusuarios, otros aprovechan un entorno local y también han aprendido a comunicarse en la Red con periodistas y militantes.
Los blogs políticos necesitan una causa, sentido de comunidad (ciudadanía) y penetración de internet. Por eso no sorprende que Cataluña concentre a más políticos blogueros que el resto del estado.
Y necesitan, sobre todo, ciudadanos. Activistas sociales, no una audiencia pasiva.
Te necesitan.
[Seguro que me falta alguien, si conoces más blogs de políticos, a los comentarios, por favor]
P21 | El año de los blogs políticos
Wiki P21 | Blogosfera y política
P21 | Los blogs triunfaron en las elecciones vascas
P21 | Breve análisis de la campaña gallega